Hace ya tres años que Granada cuenta con una zona similar a la que desde el Ayuntamiento de Alicante se ha propuesto para controlar el botellón en Alicante: el botellódromo. "Gracias a la habilitación de este recinto cerrado en el que se permite el consumo de alcohol, Granada ha erradicado prácticamente el consumo de alcohol de sus calles", según fuentes municipales del consistorio granadino.

Es más, si la policía encuentra a algún grupo bebiendo en la calle, le invita a acudir a la zona habilitada para esta práctica tan común en el fin de semana. En este área se ha dispuesto también de una zona deportiva, de skate y de una pantalla de proyecciones, todo ello complementado de un programa de actividades.

Granada, ciudad universitaria, cuenta con aproximadamente 80.000 estudiantes que provocaban problemas en las calles con la práctica del botellón, molestando a vecinos y ocasionando muchos gastos de limpieza y recursos de personal de la policía. Por ello se decidió pedir a la Junta de Andalucía que permitiese al Ayuntamiento regular el consumo de alcohol. Aunque al principio se negó, finalmente dio luz verde al poyecto que trasladó el fenómeno del botellón de las calles de la ciudad a la zona conocida como "botellódromo", según relatan fuentes municipales.