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Esta plataforma (PIC) ha respondido así a la propuesta de la Junta Local de Seguridad Ciudadana de Alicante de crear un espacio de ocio y esparcimiento en un muelle del puerto de la ciudad, en la que los jóvenes mayores de 18 años podrán reunirse y consumir bebidas alcohólicas durante el fin de semana.

Con esta iniciativa se pretenden evitar las concentración de jóvenes en diversos puntos de la ciudad, algunas de ellas enmarcadas dentro del fenómeno del "botellón", y que eran objeto de denuncias vecinales por los problemas de convivencia que estaban generando, según ha explicado el edil de Seguridad Ciudadana, Juan Seva.

Ante esta iniciativa y, especialmente ante el fenómeno del "botellón", la PIC ha instado a abrir "un amplio y serio debate" entre los colectivos sociales con participación de especialistas jurídicos, urbanistas, sociólogos y sanitarios, asociaciones cívicas, Consejo de la Juventud, asociaciones de estudiantes y AMPAS, y empresarios de bares y pubs.

"Hoy hemos conocido las intenciones de la alcaldesa de proponer como zona de ocio libre para jóvenes el muelle 10 del puerto para, supuestamente, acabar con el problema que ahora plantea el botellón", han manifestado fuentes de este colectivo.

A su juicio, la creación de áreas acotadas "puede contribuir a paliar los problemas puntuales, pero si se adopta la solución con apresuramiento puede dar lugar a nuevos fenómenos relacionados con el uso de vehículos de motor, la "guetificación" de sectores de jóvenes o la emergencia de grupos dedicados a actividades delictivas que aprovecharan la previsible concentración".

En este sentido, advierten que en otros lugares "estas medidas no siempre han abocado en soluciones positivas".

"Alejar y apartar el problema no acaba con un fenómeno que tiene más caras de las que aparentemente se pretende solucionar: el problema de fondo son los cambios en la forma del ocio juvenil y, más allá, la ausencia de alternativas reales a un ocio basado en el consumo masivo de alcohol", han añadido.

Para la PIC, es necesario abordar el fenómeno "botellón" con políticas integrales de juventud, que incluyeran alternativas de ocio, "implicación de grupos de voluntarios juvenil dedicados a la sensibilización en conductas responsables de comportamiento cívico".

Asimismo, solicita un estudio de medidas específicas para que una posible concentración de masas de jóvenes no origine otros efectos negativos, como la intensificación de tráfico, el posible "efecto llamada" de jóvenes de otras localidades, limitaciones horarias y la instalación de servicios públicos y limpieza.