El hasta ahora director del Museo Valenciano de la Ilustración y la Modernidad (MuVIM), el alcoyano Román de la Calle, presentó ayer su dimisión como responsable del centro ante lo que considera censura, falta de libertad y órdenes de expurgar fotografías, concretamente diez de temática política, de la exposición "Fragments d'un any", organizada por la Unió de Periodistes y de la que la Diputación de Valencia, dirigida por Alfonso Rus, ha retirado fotografías sobre la ramificación valenciana de la trama Gürtel, que salpica directamente al jefe del Consell, Francisco Camps.

De la Calle, vinculado también a la Universidad de Alicante, ha formalizado su renuncia a través de una carta dirigida al responsable de Cultura de la Diputación de Valencia, Salvador Enguix. En su misiva, De la Calle apunta directamente a las "esferas superiores" de la corporación valenciana -propietaria del museo- como responsables de esta "acción de fuerza verbal" y se siente "profundamente". "Dimite por no querer ser partícipe de ninguna mengua de libertad de expresión", asegura.

La polémica generó un intenso debate político. El PP, el Consell y el Ayuntamiento de Valencia -a través de Antonio Clemente, Vicente Rambla y Rita Barberá- trataron desvincularse de la censura y endosaron el problema a Alfonso Rus. La primera edil fue la más explícita y consideró que el compromiso con una exposición obliga a mantenerla hasta el final. "Uno se compromete con una exposición y hay que mantener la exposición", aseveró Barberá. La oposición, sin embargo, aprovechó para criticar con dureza al PP.

Desde Madrid, Leire Pajín acusó al PPCV de "buscar la impunidad en el caso Gürtel intentando eliminar todo lo que les implica". Mònica Oltra, de Compromís, consideró la dimisión "como una muestra más de las injerencias del PP". Hasta el cantante Miguel Bosé habló de este caso al ser preguntado sobre la situación de Cuba y señalar, en su opinión, que la retirada de fotos supone "un tipo de represión".