- ¿Cómo se les ocurrió una idea que ha logrado el reconocimiento nacional?

Este colegio es tan multirracial que queríamos demostrar que no hay diferencias a la hora de relacionarnos, que todos somos iguales. Con un cuento por país implicábamos a las madres, a los niños y a los profesores.

- Para que luego digan que la relación entre padres y profesores echa chispas.

Yo sólo puedo hablar desde mi experiencia en este centro, pero aquí somos una piña todos y en los cuatro años que llevo de presidenta de la AMPA todo ha sido colaboración. Sin la ayuda de los profesores y de todos los niños con sus respectivas familias no se habría podido hacer. Se volcaron todos. Nos llevamos bien.

- ¿Y con la dirección del centro?

Considero a Ana Belmonte como mi jefa, la colaboración es la 100%.

- ¿Cómo se las arregla para dedicar tiempo al colegio con lo acelerados que vamos todos?

Tiene que gustarte mucho. Soy monitora de comedor por las mañanas y por las tardes limpio casas, pero todo el tiempo que puedo lo dedico al colegio y ver las caras de los niños tan felices de su actividad anima más. Se hace por ellos pero con ellos.

- Los padres suelen participar poco según las estadísticas, ¿cuántos socios tiene su AMPA?

Un centenar, a raíz de lo de la carpa hemos pasado de 70 a 100 y hay unas 300 familias en el centro.

- ¿Excluyen a los que no ponen dinero como socios?

Se tienen que beneficiar todos los niños de cualquier actividad, no se les puede discriminar. No hace falta ser de la AMPA para hacer cosas y además lo de pagar por eso es algo que muchos extranjeros no lo entienden.

- ¿Esperaba el premio?

Casi me muero, no me lo podía creer. Nunca pensé algo parecido del Ministerio. Estoy muy contenta y nos dan recursos para material escolar y libros.