Pintadas en las fachadas, destrozos en el mobiliario urbano, esculturas que acaban en el mar (como ocurrió con las de Ripollés en Alicante) o adornos que desaparecen. Los actos vandálicos están a la orden del día y aunque los expertos coinciden en que es mejor enseñar que castigar a los autores de estos hechos, el Código Penal no contempla la reeducación para los condenados por estos actos incívicos, sino una pena consistente en la realización de trabajos en beneficio de la comunidad (TBC) que en muchas ocasiones no tienen nada que ver con la infracción cometida. Sin embargo, una reforma legal que entrará en vigor a finales de año permitirá que estos trabajos sociales se cumplan con la realización de cursos formativos específicos y desde la Audiencia Provincial de Alicante anuncian que a partir de 2011 comenzarán a impartir programas de reeducación para los vándalos.

Así lo asegura el presidente del tribunal provincial, Vicente Magro, quien indica que también se impartirán planes de reeducación para condenados por robar vehículos o maltratar animales y para los padres separados que incumplan sus obligaciones familiares. Se trata de delitos o faltas que llevan aparejada una condena a trabajos comunitarios consistentes, por ejemplo, en la limpieza de parques y jardines o en ayudar a personas mayores. Sin embargo, cuando entre en vigor la reforma del Código Penal estos trabajos sociales podrán cumplirse con la asistencia a cursos de reeducación específicos para cada delito.

"Así conseguiremos una auténtica rehabilitación para que no reincidan y los penados no se limitarán a hacer un trabajo sin más", argumenta Vicente Magro, quien recuerda que estas sesiones formativas se sumarán a las que ya se imparten en violencia de género, doméstica y seguridad vial, con lo que a partir de 2011 serán siete los planes reeducativos que se oferten desde la Audiencia.

Hasta ahora, quienes acuden a las sesiones son personas condenadas a prisión a quienes se les suspende la pena a cambio de la realización del curso. Con el cambio legislativo, también asistirán los condenados a TBC por delitos de tráfico, violencia de género o doméstica.

Cada año la Audiencia reeducaba a unos 150 conductores condenados a prisión a quienes los jueces les habían suspendido la pena a cambio del curso. Ahora la cifra podrá dispararse con la asistencia a estas sesiones de los penados con trabajos sociales, pues durante el año pasado fueron más de 2.500 los conductores de la provincia condenados a TBC por delitos como conducir ebrio o circular sin carné.

Un decreto reformado recientemente permite aplicar ya los cursos de reeducación para los condenados a trabajos sociales por delitos contra la seguridad vial. Por ello, la Audiencia ofrecerá ya las sesiones para estos penados. También lo hará la prisión de Fontcalent, que el 2 de febrero comenzará a impartir cursos de reeducación para los conductores condenados a TBC que les remitan los servicios sociales penitenciarios. Las sesiones, impartidas por un psicólogo y un sociólogo, se prolongarán durante cinco semanas en el Centro Loyola de Alicante y acogerán inicialmente a 75 condenados repartidos en tres grupos de 25 personas, como informa el director de la cárcel, Jaime Hernández

Al año se producen más de 5.000 condenas a TBC en la provincia por diferentes delitos. Las plazas ofertadas por ayuntamientos y centros penitenciarios para cumplirlas se han disparado, pero existen muchas pendientes, unas 6.000 según Hernández. Por su parte, Magro indica que la posibilidad de derivar a estos condenados a cursos de reeducación "permitirá eliminar la pendencia".