El Ayuntamiento de Polop ya ha pasado a la historia por ser el primero de España donde un alcalde es asesinado presuntamente por no permitir la especulación urbanística y su sucesor es detenido por ser supuestamente el instigador del crimen. Dos años después del asesinato y tras varios meses de investigaciones, la Guardia Civil arrestó en la madrugada de ayer al primer edil de esta población de la Marina Baixa, Juan Cano, por el asesinato de su antecesor en el cargo, el también popular Alejandro Ponsoda, en octubre de 2007.

Esquivando a los medios de comunicación que desde que comenzaron las detenciones -la del alcalde es la séptima- han tejido una tela de araña sobre esta población de poco más de 4.000 habitantes y el lógico revuelo entre unos vecinos que están viviendo en un continuo sobresalto, agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) aprovecharon la noche para presentarse en el domicilio del primer edil, un chalé de la urbanización La Paz en la calle Guadalest próxima al centro, y proceder a su detención. Los agentes permanecieron en el interior de la vivienda en compañía del arrestado varias horas durante las que se practicó un registro en el que se incautaron de documentación y material informático. La misma operación se realizó en el Ayuntamiento, a donde se desplazaron a continuación sin que haya trascendido el contenido de lo intervenido.

Juan Cano se encontraba solo en su casa cuando se produjeron los hechos, que tuvieron lugar entre la una y las tres de la madrugada sin que, según algunas fuentes, ofreciera resistencia alguna. Otras versiones apuntan, en cambio, a que el arrestado se habría mostrado reacio en un primer momento, aunque habría depuesto su actitud a los pocos minutos. Los agentes se lo llevaron sin esposar y con un ordenador portátil. La mujer y una de la hijas del alcalde se encontraban en Miami, donde está estudiando la otra de sus hijas y a donde también tenía pensado viajar el primer edil hasta que comenzaron a practicarse las detenciones por al asesinato de su antecesor. Por este motivo, al parecer, habría suspendido el viaje. La mujer y al menos una de las hijas de Cano, la que reside aquí, tenían previsto regresar ayer a Alicante.

Poco antes de que fuera apresado por los agentes del grupo especial del Instituto Armado, Juan Cano fue visto cabizbajo en un pub de la vecina población de La Nucía, "Los Ángeles", a donde llegó y se marchó solo tras tomarse unas copas con un semblante taciturno, según relataron testigos. Entre su estancia en el pub y la detención apenas mediaron unas horas.

Tras los registros en su casa y en el Ayuntamiento, el primer edil, quien siempre ha negado toda relación con el asesinato de Ponsoda e incluso ha amenazado con querellarse contra aquellos medios que apuntaran lo contrario, fue trasladado a los calabozos de la Comandancia de la Guardia Civil en Alicante donde ayer por la tarde prestó declaración. Allí permanecerá hasta su puesta a disposición de la titular del juzgado de Instrucción número 2 de La Vila Joiosa, quien lleva el caso, algo para lo que se dispone de un plazo máximo de hasta 72 horas a contar desde la detención.

Aunque la investigación sigue abierta, con el arresto del primer edil se ha cerrado un circulo que, según fuentes de la investigación, se tenía prácticamente controlado desde hacía tiempo, "pero una cosa es tener la certeza de unos hechos y otra, reunir las pruebas para presentarlos ante un juez", apuntaron esta mismas fuentes, quienes no descartaron nuevas detenciones aunque las principales se consideran realizadas.

La subdelegada del Gobierno, Encarna Llinares, quiso ayer precisar que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado trabajan para aplicar la ley "a rajatabla" con independencia de "quién se es".

El arresto de Juan Cano, el séptimo de una serie que comenzó el pasado día 3 con la detención de un empresario de Polop, se produjo apenas unas horas después de que prestaran declaración ante la juez los dos presuntos sicarios, dos ciudadanos de origen checo que supuestamente dispararon contra Ponsoda la noche del 19 de octubre de 2007 causándole heridas de tal gravedad que falleció ocho días después en el Hospital General de Alicante. Tenía dos hijas de 25 y 27 años, quienes se han personado como acusación particular. El tiroteo se produjo a las puertas de su casa y los investigadores aún continúan buscando las dos armas.

Los dos supuestos sicarios fueron enviados a prisión junto a un ciudadano español copropietario del club de alterne Mesalina, donde supuestamente se planeó el crimen, que también declaró el lunes ante la juez. Los otros tres detenidos -el gerente del club, el apresado en Albatera y el empresario de Polop- han sido distribuidos, a igual que los tres anteriores, entre las prisiones de Fontcalent, Villena y Picassent para evitar la comunicación entre ellos y no se descarta que, en función del grado de implicación, alguno de ellos pudiera ser puesto en libertad en breve. Algo que con casi plena seguridad no ocurrirá con los considerados autores materiales ni con el o los detenidos como inductores.

Pese a que muchas eran las voces que apuntaban a que el caso no podía cerrarse sin la detención de un personaje público, y a que había quien apuntaba sin dudas hacia el primer edil, el arresto de Juan Cano ha conmocionado un pueblo que ayer hizo vida en la calle y en los bares con un único tema de conversación.

Mientras tanto, en el Ayuntamiento, la primer teniente de alcalde y alcaldesa en funciones, María Dolores Zaragoza, compareció ante los medios de comunicación acompañada por el resto del equipo de Gobierno, a excepción del edil del Turismo y amigo del alcalde, Joaquín Montiel, para leer un comunicado en el que pidió respeto para la presunción de inocencia y expresó su deseo de que "la resolución del caso llegue lo antes posible".

La ausencia de Montiel tanto en la comparecencia en la Casa Consistorial como en la reunión a la que fueron convocados todos los ediles del PP de Polop en la sede provincial provocó un sinfín de rumores sobre una hipotética detención del edil de Turismo, algo que no se había producido. Su mujer explicó que se encontraba recluido en casa muy afectado por lo sucedido.

El PP suspendió ayer cautelarmente de militancia a Juan Cano por unos hechos "tan importantes y tan graves" mientras el secretario general de los socialistas valencianos, Jorge Alarte, pidió que se depuren todas las responsabilidades. Ambos partidos han pactado no utilizar este caso como arma en la batalla política.

En la elaboración de esta información han aportado datos Julio Marín, Rosario Pagés, José Antonio Martínez y Pere Rostoll.