El presidente fundador y senador del PP, Manuel Fraga, ya no confía en Francisco Camps. El veterano político hizo ayer públicas sus dudas sobre la honorabilidad del presidente de la Generalitat durante una entrevista radiofónica en la que, para mayor escarnio, ensalzó las virtudes de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. Además, aseguró que si Camps no es capaz de "superar" el caso Gürtel, Mariano Rajoy deberá aplicarle el principio de "el que la hace la paga".

Fraga se mostró esperanzado de que el cese de Ricardo Costa como secretario general de la formación haya sido suficiente para detener el golpe, pero "en todo caso", aseguró, "allí (en la Comunidad Valenciana) hay una reserva extraordinaria". En este punto citó a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, de la que dijo que "es extraordinaria y está por encima de toda sospecha", aunque añadió que con ello no pretendía "sugerir nada". No obstante, cuando se le preguntó si diría lo mismo sobre Francisco Camps, respondió: "No diría lo mismo".

En este sentido, el también ex presidente de la Xunta de Galicia señaló que un político debe tener "convicciones éticas muy profundas", pero también "la capacidad de ejercerlas". "Es evidente que la moral para hacer las cosas con energía no da la impresión que la haya tenido y ha tenido que ser Madrid quien resolviera el tema del señor Costa", aseguró en referencia a Francisco Camps. Igualmente, afirmó que si el presidente de la Generalitat no es capaz de "superar" la implicaciones del caso Gürtel, Mariano Rajoy "le aplicará la regla fundamental del derecho, que es que el que la hace la paga".

La pérdida de confianza en Francisco Camps se hizo todavía más patente cuando Fraga también realizó una defensa acérrima del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, y de la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal. Además, siguiendo la línea marcada por Génova, denunció la "intencionalidad política" de la investigación del caso Gurtel que busca perjudicar a un parido que crece "de forma extraordinaria" en las encuestas.

Por su parte, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, reconoció que puede haber "corruptos" y "delincuentes" en el PP, como en cualquier "organización humana" pero, matizo, "la diferencia está en qué se hace con ellos".