A verlas venir. Los fabricantes de productos plásticos de la provincia están a la expectativa de las consecuencias que, a medio plazo, pueda tener la "cruzada" contra las bolsas de plástico que ha emprendido un hipermercado a través de la campaña "Bolsa caca". Lo que realmente preocupa al sector es la reacción que puedan tener el resto de empresas consumidoras de este producto y sobre todo, las medidas que pueda poner en marcha el Ejecutivo para cumplir con la meta de reducir en un 50% el consumo de bolsas de plástico de un solo uso en 2010, marcado por el Plan Nacional Integrado de Residuos (PNIR), aprobado en febrero de este año por el Consejo de Ministros.

Todavía es pronto para hablar de contramedidas, pero la Asociación Provincial de Plásticos de Alicante (APPA) estima que una reacción generalizada contra las bolsas y el plástico podría tener un "impacto total" en 40 empresas del sector en la provincia, y que podría provocar el cierre de 20 pymes dedicadas a producir bolsas de un solo uso y de basura. Los datos facilitados por la secretaría de la APPA reflejan que cerca de 600 familias de la provincia podrían verse afectadas por las directrices del PNIR.

"Los fabricantes están preocupados por la repercusión que la campaña unilateral de Carrefour pueda tener. A día de hoy, el PNIR contiene sólo buenos propósitos y no prohíbe el uso de las bolsas, pero si llega a convertirse en ley es cuando llegará la sangre al río". Carlos Puerto, presidente de APPA, explica así el ambiente de intranquilidad que se vive entre los fabricantes alicantinos de este producto plástico. Ninguno de ellos elabora las bolsas de polietileno de alta densidad con serigrafía que ha eliminado este hipermercado, sino que "trabajan las de baja densidad, utilizadas en carnicería, y bolsas de basura", de manera que, aunque no han perdido clientes, Puerto avisa de que "la mala interpretación del PNIR que se está extendiendo" podría desembocar en la desaparición de factorías.

Los fabricantes están, además, indignados con la campaña. Desde la Asociación Española de Industriales de Plásticos, (ANAIP) se ha distribuido un comunicado que denuncia la "estrategia puramente comercial" de la cadena y pretende tranquilizar a sus asociados especificando que la bolsa actual de polietileno podrá seguir consumiéndose en España en el futuro, aunque a partir de un año determinado, aún no fijado, deberá de ser bolsa reutilizable.

En este sentido, Puerto recuerda que tras la "excusa ecológica" de la cadena hay un plan para ahorrar 5 millones de euros anuales en bolsas, y afirma que "la bolsa de polietileno es 100% reciclable". "El problema es de educación, no de contaminación", sostiene el presidente de APPA.

Otra cuestión que preocupa a los fabricantes es con qué se va sustituir su producto, ya que "la bolsa biodegradable es carísima y la de fécula de patata requerirá importar el material y el lógico aumento del precio de la materia prima". A día de hoy, en la mayoría de los supermercados no hay suplencia gratuita para las 16 bolsas de plástico que, de media, consume cada hogar español, según un informe de Nielsen.