Un joven de 17 años fue detenido ayer por la brutal paliza propinada a un indigente que dormía en un cajero automático de Alicante y al que llegó a prender fuego tras rociarle con un líquido inflamable, según confirmaron ayer a este diario fuentes policiales. La Policía le sorprendió en el lugar de los hechos con un papel en llamas sobre su víctima. El indigente de 43 años se debatía entre la vida y la muerte anoche con graves lesiones en la cabeza y quemaduras de primer grado en el cuero cabelludo. La juez de Menores dictó ayer el internamiento del joven durante seis meses en un centro cerrado hasta el juicio, acusado de asesinato en grado de tentativa.

El joven manifestó a los policías que lo había hecho por una venganza "porque estaba harto de verle allí todos los días", sin embargo, cuando fue trasladado al juzgado se negó a declarar. El presunto agresor tenía numerosos antecedentes por delitos contra la propiedad. Todo apunta a que se trata de un acto de violencia gratuita.

Los hechos ocurrieron sobre las tres de la madrugada del viernes en un cajero automático de la avenida de Novelda. Se desconocen las circunstancias en las que se produjo la agresión, a la espera de visionar el contenido de las cámaras de seguridad, que al parecer registraron el incidente. El joven entró en el cajero y comenzó a golpear a su víctima en la cabeza sin contemplaciones y sin mediar palabra. El atestado de la Policía llega a decir literalmente que "le rompió la cara" por la brutalidad de las lesiones. Cuando el hombre estaba inconsciente, el presunto agresor le roció con un aceite sintético, al parecer usado para el motor de un ciclomotor, para propagar el fuego. Fue en ese momento cuando llegaron seis coches de la Policía, que arrestó al joven cuando acababa de prender con un papel la cabeza del indigente. La colaboración ciudadana fue fundamental para la rápida intervención de los agentes, ya que fue un vecino de la zona quien avisó al 091 y alertó de que estaban golpeando a un indigente en el interior de un cajero automático.

El menor dijo a los agentes que lo había hecho por una venganza, porque estaba harto de verle allí todos los días. Ninguna pista más ha podido obtener la Policía sobre el móvil de esta agresión, ya que el detenido no ha querido manifestar nada más en el resto de ocasiones en que se le ha tomado declaración. No obstante, los agentes dan por sentado de que agresor y víctima ya se conocían. El mendigo pernoctaba habitualmente en ese cajero y el joven pasaba a diario junto a él, ya que residía por la zona. A falta de profundizar más en la investigación, el móvil que se baraja es que lo hizo "porque le molestaba". Los agentes han descartado que el presunto agresor estuviera vinculado con algún grupo de tendencia "ultra" y no se contempla la posibilidad de que haya más implicados en la agresión.

El joven fue conducido a la Comisaría y ayer por la mañana pasó a disposición de la Fiscalía de Menores, desde donde se decretó el internamiento en un centro en régimen cerrado por un periodo de seis meses hasta que sea juzgado.

Por su parte, el indigente de 43 años y de nacionalidad española se encontraba ayer en estado de extrema gravedad en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital General de Alicante, a donde fue trasladado por el Samu. El hombre se encontraba en situación de coma neurológico y con traumatismo craneal y encefálico y quemaduras de primer grado en el cuero cabelludo, según precisaron fuentes de Sanidad.

Vecinos de la avenida de Novelda señalaron que conocían a la víctima de verle por la zona y que no le recordaban como una persona especialmente conflictiva. Algún indigente que deambula por el barrio manifestó ayer a la agencia Efe que el herido había trabajado como guardia de seguridad en el complejo Marina D'Or de Castellón, pero la Policía no tenía constancia de que esto fuera así. Los restos del suceso apenas eran perceptibles en el cajero ayer por la mañana, aunque aún había restos de sangre en el habitáculo.