La situación de desprotección en que se encuentran elementos patrimoniales de la Huerta alicantina como las casas de El Pino y de Ruaya o el arco neomudéjar de Rumelia ponen en peligro el futuro de dos de estas piezas, en terrenos sometidos a una fuerte presión urbanística. EU ha denunciado la creación de un vertedero de escombros incontrolado en el entorno del citado arco, que precisamente fue restaurado en el año 2004 por la empresa que promueve el plan parcial Pino-Ruaya para preservarlo. La citada formación también advierte sobre el estado de abandono de la Casa de El Pino y expresa su temor de que sus puertas y ventanas se hayan dejado abiertas a propósito para perseguir su deterioro y acabar derrumbándola.

En el entorno del arco neomudéjar de Rumelia, situado dentro del ámbito del sector Pino y Ruaya, se ha formado un vertedero incontrolado en el que se han ido depositando diversos materiales como escombros o restos de poda. El portavoz del colectivo local de EU en Alicante, Miguel Ángel Pavón, apunta que en las alegaciones que esta formación presentó ante el nuevo Plan General ya reclamó que tanto el arco como las dos viviendas citadas y otras construcciones existentes en los terrenos de este plan parcial sean incluidas en el Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos.

"Tanto el arco como las dos casas son construcciones que dan testimonio de una nueva generación de viviendas de la Huerta de Alicante surgidas a mediados del siglo XIX en el marco de un periodo de esplendor económico". Las dos casas, situadas cerca de Santa Faz, son construcciones "con carácter estrictamente residencial que, sin embargo, adoptan distintos trazados en planta: rectangular, con dos crujías en Ruaya, y cruciforme en el caso de El Pino", señala Pavón. Asimismo, llama la atención sobre la conveniencia de preservar la masa forestal de alrededor de las dos viviendas, con "grandes ejemplares de pino carrasco". "También es destacable el arbolado que se dispone en el camino que conecta la Casa de El Pino con el camino de Vistaalegre a Mutxamel", con ejemplares, entre otras especies, de palmera datilera.

Miguel Ángel Pavón también denuncia "el lamentable estado de deterioro que presenta la Casa de El Pino, con puertas y ventanas abiertas". El portavoz teme que con esta situación se persiga "que en un momento dado se derrumbe la casa, con el fin de eliminar una construcción histórica que puede ser un obstáculo para la construcción de las 3.600 viviendas que el nuevo PGOU prevé construir en la zona". EU propone preservar el último reducto de la Huerta de Alicante convirtiéndolo en un parque cultural.