La Conselleria de Educación ha desalojado parcialmente el colegio público Manjón Cervantes por medidas de seguridad al haberse agrandado una enorme grieta que recorre todo el muro de contención en el ala norte. La grieta data de hace ocho años -el edificio se construyó en 1936 y como centro educativo funciona desde 1946, uno de los cuatro más antiguos de la ciudad- pero los testigos de sujeción han saltado y la caída de parte del techo de los aseos tras la crecida de la grieta ha precipitado la evacuación de parte del alumnado a otros espacios del centro.

Técnicos de la conselleria indicaron el viernes pasado a los responsables del centro que si la grieta no crecía no había problema y la inquietud de los padres ha ido en aumento hasta el punto de decidir ayer en asamblea extraordinaria que sus hijos no volverán al centro hasta contar con las necesarias garantías de seguridad y el correspondiente informe, como señaló la presidenta del colectivo Carmen Sanz.

La crecida de la grieta llevó el lunes a convocar un consejo escolar extraordinario en el que Educación informó de la decisión de desalojar los ocho aseos de la primera y segunda plantas del ala norte, así como una de las aulas de Infantil con los niños más pequeños, la de Educación Especial, la sala de profesores y el aula de Informática.

La medida obliga a compartir entre los 321 alumnos del centro los únicos tres aseos que quedan disponibles, que además estaban destinados sólo a los más pequeñitos, situación que ha provocado infecciones en cuatro de los niños en apenas tres días según los padres: "Resulta totalmente antihigiénico y a las once de la mañana ya no se puede entrar del desastre que se organiza entre edades tan diversas desde los 3 a los 13 años en los mismos aseos".

Mientras uno de los profesores está obligado a permanecer a la puerta de estos aseos, los enseres de las aulas desalojadas campan por los pasillos junto a la cafetera de la sala de profesores, 26 niños de Infantil dan la clase en el comedor, psicomotricidad y logopedia comparten el espacio y la AMPA se ha quedado sin oficina. Los ediles socialistas Macho y De Barros culpan a la conselleria de "negligencia por falta de previsión y de mantenimiento del colegio" y temen que lo sucedido se traduzca en "un Benalúa 2" en referencia a que fue declarado en ruina técnica también por problemas en su infraestructura.

La conselleria ha pedido al Ayuntamiento aseos públicos móviles hasta contar con nueve prefabricadas en el patio del centro para 8 aseos y un aula de Infantil. También ha encargado un estudio técnico a un laboratorio y según los resultados "se tomarán medidas", informaron. Los colegios Gastón Castelló y 52 y el IES Gran Vía figuran como opciones para el caso de un desalojo total.