Parálisis total. El Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Alicante certificó ayer la práctica desaparición de la actividad inmobiliaria de la provincia tras constatar, en su informe anual relativo a 2008, un caída del 74% en el inicio de la construcción de viviendas nuevas (8.103 visados por los 31.655 de 2007). Un porcentaje teórico ya que, en la práctica, el desplome es aún más grande, ya que de las 1.565 promociones que comenzaron a desarrollarse el año pasado, 700 se han paralizado, según avanzó ayer Antonio Morata, presidente del Colegio.

La deriva en la que entrado el sector llega hasta el punto de que lo poco que se construye es prácticamente para uso propio de los constructores -la autopromoción según Morata- o por encargo. Es difícil que la salud del sector pueda empeorar más, y el presidente de los aparejadores alicantinos quiso ser sincero al reconocer que "nadie sabe cuanto tiempo puede durar esto. De momento, lo único cierto es que esta caída no tiene precedentes y aunque el descenso de la actividad comenzó en 2004, nadie esperaba este desplome". El descenso sufrido por la promoción de casas en Alicante es, por otro lado, el mayor de España y supera en 14 puntos la caída media estatal, que fue del 60% en 2008.

De las 366.038 viviendas nuevas iniciadas en la provincia desde que comenzó el siglo XXI -año 2000- sólo 8.103 se visaron en 2008, año en el que tampoco fueron positivos los datos de casas terminadas: 25.158, cuando dos años antes -tiempo normal para desarrollar una promoción- se habían empezado 48.133 (2006). El descenso del 74% en el inicio de proyectos se produjo, además, sobre los resultados de un año, el 2007, que también fue negativo, porque se había cerrado con un descenso del 34% en la actividad. Los datos revelan, según los aparejadores, que el sector inmobiliario provincial atraviesa por el peor momento de su historia. Ni en la crisis de mediados de los años 90 del siglo XX la construcción residencial había caído tan bajo. En palabras de Morata "se ha pasado de la mal llamada desaceleración al total estancamiento del sector".

El informe hecho público ayer por el Colegio Oficial de Aparejadores revela también que las pocas promotoras que mantienen actividad han añadido a la reducción del tamaño de las habitaciones el que las promociones sean mucho más pequeñas. Hoy, resulta impensable que algún empresario se atreva a comenzar una promoción de 300 viviendas. La propia media de pisos por edificio ha pasado de diez u once durante los años del cénit del "boom" (2003 y 2004), a las tres viviendas por promoción contabilizadas en el último cuatrimestre de 2008, cuando la cifra de casas visadas no superó el millar. La media mensual fue de 345, dato demoledor si se compara con las 4.500 viviendas que se visaban mensualmente en 2004. Septiembre de 2008 fue el peor mes de los últimos cien en Alicante, con 283 visados. Lejos quedan los 6.884 visados de julio de 2004, el mes que ha quedado para la historia del sector de la edificación en la provincia.

No hay mercado

Para Antonio Morata, la actividad empresarial ha desaparecido por la falta de expectativas del mercado. "Actualmente los empresarios de la construcción se limitan a volcar sus esfuerzos en tratar de vender la bolsa de viviendas que aún tienen libres, en refinanciar su deuda o en ajustar las plantillas".

La patronal calcula que el stock de viviendas sin vender en la provincia puede alcanzar las 40.000, cantidad que también explica el hecho de los nuevos proyectos se hayan paralizado. La salida resulta complicada por las dificultades de los compradores para conseguir crédito en bancos y cajas y la propia reducción que se ha producido en el consumo por la crisis económica.

El desastre inmobiliario ha tenido, por otro lado, consecuencias graves para el propio Colegio de Aparejadores de Alicante (2.210), cuyos profesionales han pasado en dos años del pleno empleo a situaciones difíciles con algunos colegiados, incluso, en el paro. "Nuestra actividad es muy versátil pero claro que hemos notado la crisis y se pasa mal". En lo que se refiere a la propia actividad del Colegio, sólo la realización de informes se mantuvo en 2008 con la misma intensidad que el año anterior derivada, en parte, de los convenios establecidos con la Generalitat para la conservación de edificios o de los de Inspección Técnica de Edificios suscritos con los ayuntamientos de Villajoyosa y Alcoy, según explicó ayer Antonio Morata.