La revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que la semana próxima saldrá a exposición pública, propone declarar Bien de Relevancia Local (BRL) los cinco barrios históricos de la Ciudad: Casco Antiguo, San Antón, Raval Roig, Santa Faz y Tabarca. Esta propuesta significa que las únicas obras en edificios que se admitirán en todos ellos son las de restauración y conservación. En la reconstrucción de inmuebles, además, se deberá recuperar el diseño original. Se trata de la primera vez en la historia de la ciudad que áreas urbanas son declaradas de protección integral.

Las medidas de conservación del patrimonio de la ciudad del nuevo PGOU van dirigidas a la protección a ultranza de las últimas señas de identidad de la capital, con el fin de impedir que Alicante se convierta en una urbe sin historia. La prueba evidente de ello es que se propone conservar 493 bienes, frente a los 285 existentes actualmente, tal como ya señaló este periódico, lo que significa un incremento de casi el cien por cien.

De los cinco barrios que se proponen declarar BRL el de mayor extensión es el Casco Antiguo, ya que abarca todas las viviendas delimitadas por el perímetro de la Rambla, Explanada, Juan Bautista Lafora, Villavieja, ladera del Benacantil y Jaime II.

Las medidas urbanísticas que se proponen para toda esta zona, y que son las mismas que para los cuatro barrios restantes, establecen que sólo se permitirán las obras de restauración y conservación "que persigan el mantenimiento o refuerzo de los elementos estructurales, así como la mejora del estado general o instalaciones del inmueble". Además, la propuesta del PGOU añade que podrá autorizarse también "la reposición o reconstrucción de aquellos cuerpos o huecos primitivos que redunden en beneficio del valor cultural del conjunto". A este respecto, se recalca que las obras de reconstrucción de inmuebles deberán utilizar "siempre", técnicas y soluciones constructivas "propias de la época de su construcción y recuperando su diseño original", aunque "utilizando soluciones de acabados que permitan distinguir las partes reconstruidas de las originales".

Finalmente, se permitirá igualmente "las obras excepcionales de redistribución del espacio interior, sin alterar las características estructurales o exteriores del edificio, siempre que ello no desmerezca los valores protegidos ni afecte a los elementos constructivos a conservar".

Todas estas medidas significan que no se podrá demoler ningún edificio de estos cinco barrios, lo que modifica sustancialmente la situación aún vigente, ya que en la actualidad tal prohibición de derribo sólo se refiere a los edificios catalogados en el Plan Especial del Casco Antiguo y en el catálogo municipal de inmuebles protegidos. En cualquier caso, deberá estudiarse la solución para aquellos edificios que estén en ruina.

Otro de los barrios históricos a conservar, según el Plan, es el de San Antón. Los límites o perímetro de la zona a proteger están delimitados por las calles de la Cuesta de la Fábrica y San Vicente, la Avenida de Jaime II y la ladera del Benacantil.

También dentro del casco urbano de la ciudad se pide la declaración de BRL al núcleo histórico del Raval Roig, que es de pequeñas proporciones, ya que las casas antiguas se han reducido a un mínimo sector. La delimitación de la zona a conservar está marcada por la plaza del Topete, y las calles Virgen del Socorro, Jovellanos y San Cayetano. Obviamente no incluye los grandes edificios de viviendas de la calle Virgen del Socorro, que fueron construidas tras la demolición del barrio de pescadores del Raval Roig, del que apenas queda rastro.

Ya en el extrarradio de la ciudad, el nuevo PGOU propone conservar el núcleo urbano del caserío de la Santa Faz, que incluye dentro de su perímetro al monasterio de la Santa Faz y todas las calles que lo rodean. Se trata de un conjunto urbano que mantiene todavía unidad y armonía.

Finalmente, el quinto barrio a conservar abarca las viviendas y edificaciones incluidas dentro del ámbito de las murallas de Tabarca, lo que representa la totalidad de la conocida como zona habitada de la isla, frente a la otra parte, denominada "el campo" y en la que sólo existen algunas edificaciones esporádicas, como son la torre de San José, que está declarada Bien de Interés Cultural, el faro, así como el cementerio de la isla.

La propuesta de declarar a estos cinco barrios como BRL choca, en principio, con la política seguida hasta el presente por la corporación municipal del PP, que pese a que la Ley de Patrimonio lleva más de diez años en vigor, todavía no ha declarado formalmente ni un sólo bien de esta categoría, aunque posibilidades de haberlo hecho no le han faltado. Es más, incluso no ha acatado la petición que desde la Conselleria de Cultura se le hizo para comprometerse a darle esta protección a la antigua Fábrica de Tabacos.

Catalogación de cuatro chimeneas y cinco iglesias

Además de estos cinco barrios, el PGOU propone declarar otros bienes de la ciudad como Bienes de relevancia Local, para inaugurar el catálogo municipal en este tipo de figura de conservación. Así, se proponen declarar BRL las chimeneas de cuatro cerámicas como ejemplo de arqueología industrial del pasado siglo. Su ubicación no puede ser más dispersa, ya que dos de ellas se encuentran en el plan parcial de Benalúa Sur, detrás de la gasolinera de la avenida de Elche, y son los únicos elementos en pie de la zona industrial que floreció en el siglo XX en estos terrenos. Otra chimenea a declarar BRL es la de la Fábrica de Goma, también el último resto de esta actividad que existió en Virgen del Remedio. Otro ejemplar pertenecía a la cerámica de los Ángeles y se ha integrado ahora dentro del colegio construido en el terreno que ocupaba la cerámica. Queda un conjunto de dos chimeneas en la única fábrica aún en actividad, situada en la carretera de Ocaña, kilómetro 3. La relación de BRL propuesta se completa con cinco inmuebles más, todos religiosos: las ermitas de Santa Cruz y San Roque, y las iglesias de Benalúa, Nuestra Señora de Gracia y San José de Villafranqueza.

Exposición la semana próxima

El documento de la revisión del Plan General de Ordenación Urbana se comenzará a exponer al público a partir de la semana próxima, en los bajos del Ayuntamiento, aunque el día está aún pendiente de decisión. En principio estaba previsto hacer coincidir la exposición con la publicación del documento en el Diario Oficial de la Generalitat, pero la rapidez insólita con la que se ha publicado en el mismo, ya que se publicó ayer, sólo tres días después de la aprobación, ha pillado por sorpresa al Ayuntamiento, que todavía está montando los paneles informativos con los documentos del PGOU. La alcaldesa, Sonia Castedo señaló al respecto que se está trabajando a fondo para que la exposición se inicie cuanto antes y recalcó que los tres meses de exposición pública sólo empezarán a contar a partir del día que se inicie la exposición del documento.