Un edificio fantasmal, sucio y en desuso afea el Cabo de la Huerta desde hace años. Los alicantinos y turistas que utilizan la playa y también los clientes del establecimiento de lujo Sidi San Juan se topan con los restos del antiguo Hotel El Cabo, que rompen la imagen idílica de esta zona litoral. Los propietarios del inmueble pretendían rehabilitarlo para convertirlo en un complejo de lujo, pero el Servicio Provincial de Costas explica que no puede autorizar las obras porque el edificio invade la zona de dominio público. El Servicio Provincial de Costas mantiene paralizada la rehabilitación del edificio del antiguo hotel El Cabo -que se iba a reconvertir en un complejo de lujo- debido a que el inmueble invade las servidumbre de tránsito y protección. Así lo ha indicado a este diario el jefe del citado departamento, Vicente Martínez Castelló, quien ha explicado que la normativa vigente impide autorizar cualquier reconstrucción de la parte del inmueble situada sobre la zona protegida.

Además, el jefe del Servicio Provincial advierte de que "al parecer el edificio está en ruinas" y, por tanto, anuncia su intención de presentar un escrito al Ayuntamiento para valorar la posibilidad de ordenar su derribo.

El inmueble se encuentra muy deteriorado desde que se paralizaron las obras de reforma que los dueños del inmueble iniciaron hace seis años. Del antiguo hotel apenas quedan la estructura, la fachada y algunos tabiques. Además, su fachada e interiores están repletos de pintadas y el suelo de varias plantas está agujereado. También se acumulan en el edificio residuos de todo tipo: desde los aerosoles utilizados para plasmar las pintadas a botellas o pequeños montones de escombros. Aunque al parecer los propietarios han reparado la valla en alguna ocasión, un tramo permanece actualmente en el suelo, de modo que cualquiera puede entrar al recinto. Lo peor del edificio es la planta que da directamente sobre la arena de la playa. Este diario pudo comprobar ayer cómo un bañista accedía a estos bajos para orinar.

Además, la parcela que rodea el edificio también está sucia, hay restos de cristales rotos y la jardinería permanece abandonada.

Los propietarios del viejo hotel afrontan ahora el problema de que el Servicio Provincial de Costas no puede autorizar las obras "puesto que el edificio está situado en una zona donde no se puede edificar", apunta Vicente Martínez Castelló. El responsable de Costas destaca que la legislación es muy clara al respecto y no permite construir en la franja de 20 metros afectada por la servidumbre de tránsito y protección. Por este motivo, apunta, aunque su departamento ha recibido varias peticiones para autorizar obras en el inmueble, no se ha concedido por los motivos citados y porque está afectado por el proyecto de prolongación del paseo de la avenida de Niza. No obstante, el responsable de Costas apunta la posibilidad de que se construya un nuevo inmueble, aunque retranqueado.

6 años de deterioro en una zona para turistas de lujo

El antiguo hotel El Cabo ofrece una imagen lamentable a los usuarios de la playa y a los turistas clientes del alojamiento de lujo colindante. Esta situación se arrastra desde hace seis años, pues el edificio permanece en desuso desde que en 2002 se paralizaron las obras para convertirlo en geriátrico. En un primer momento se pararon al parecer porque la cuarta planta del edificio se había construido en su día sin autorización. Ahora el problema es más grave y afecta al conjunto del inmueble. Mientras tanto, indigentes, "grafiteros" y otros acceden con facilidad al edificio por su deficiente vallado.