Un error al identificar un local sobre el que pesaba una orden de desahucio ha permitido descubrir la sede en Alicante de un grupo perteneciente al rosacrucianismo, una organización que está catalogada como secta por la entidad Atención e Investigación de Socioadicciones (AIS);, patrocinada por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, la Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona.

Los hechos ocurrieron el pasado miércoles cuando una comisión judicial, integrada por un oficial, una procuradora, un cerrajero y un agente judicial, acudió a la calle Taquígrafo Martí número 41 para ejecutar el desalojo de un entresuelo y un garaje, ambos del mismo inquilino, siguiendo una resolución de un juzgado de Primera Instancia.

Al llegar al lugar, el ocupante no estaba, por lo que la comisión judicial forzó la cerradura y la cambió por otra. En el momento de hacer lo propio con el garaje, aunque figuraba en otra dirección, una vecina del inmueble les indicó que era el que se encontraba en los bajos del mismo edificio, según explicaron ayer a este diario fuentes del Palacio de Justicia de Benalúa. Los responsables del lanzamiento abrieron la persiana metálica del citado garaje y, para su sorpresa, se encontraron con una especie de salón de actos presidido por un altar, según las mismas fuentes, que añadieron que, por los símbolos que había, se trataba de "rosacruces". La vecina les dijo que allí entraba el inquilino del piso desahuciado "y otra gente".

Al percatarse de que ése no era el garaje que buscaban, dejaron una nota para advertir al propietario del error y de que podía recoger las llaves de la nueva cerradura en la procuraduría. Fuentes próximas al caso señalaron ayer a este periódico que al personarse en la oficina el dueño del garaje señaló que era un lugar "secreto" de reunión de un grupo masónico y que, por ese motivo, no tenía ningún cartel indicador.

Fuentes de las logias masónicas establecidas en Alicante negaron ayer tener ningún templo ni lugar de reunión en esa dirección. Además, el Ministerio de Justicia confirmó que esa presunta fraternidad no figura inscrita en su registro de entidades religiosas.

Los rosacruces, que tiene distintas corrientes, son una sociedad religiosa y filosófica de carácter secreto. Un informe de la Comisión Parlamentaria para el Estudio de las Sectas en España ya acreditaba en 2006 la presencia de esta agrupación, que suele ir cambiando de ubicación, en tierras valencianas. Una de sus creencias es la existencia de los llamados hermanos mayores, extraterrestres o espíritus superiores, con los que dicen poder entrar en contacto.