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on motivo de la festividad de la Candelaria, la concatedral de San Nicolás reunió ayer a más de 300 niños, nacidos durante el pasado año 2007, que en cochecitos o en brazos de sus padres participaron en el acto religioso, oficiado por el párroco del tempo, Ramón Egío. Sobre las doce del mediodía comenzaron a llegar los pequeños con sus familiares, a los que se les iba entregando la candela, de la que este año se han preparado más de quinientas. Minutos después de la hora anunciada, el sacerdote inició la ceremonia con la bendición de los cirios y la consagración de los niños que fueron presentados a la Virgen del Remedio.