«Estoy plenamente convencido de que cuando los cinco tajos de obras del trazado del trasvase estén en marcha los regantes de verdad, los que no quieren el agua para especular, aceptarán el proyecto». El consejero-delegado de Aguas del Júcar, José María Marugán, optó ayer por la rotundidad para intentar zanjar la polémica abierta por la sociedad estatal hace ya dos años cuando decidió cambiar el proyecto sin contar con la Junta Central de Usuarios del Júcar. El consejero aseguró que «la calidad del agua ha mejorado mucho con la entrada en servicio de la depuradora de Alzira-Carcaixent y cuando esté finalizado el trasvase será aún mejor».

Marugán firmó ayer el contrato definitivo con el representante de al ute Acciona-Construcciones Luján para el inicio de las obras de otro tramo del nuevo trazado del Júcar-Vinalopó, el que discurre entre Moixent y Font de la Figuera y que, curiosamente, serviría si al final se cambiara la toma del agua al Azud de Antella, como han pedido los usuarios y la Generalitat. El tramo tiene una longitud de 17,5 kilómetros con un coste de 48 millones de euros. Marugán aseguró que a lo largo de este mes se pondrán en marcha los otros tres tramos y subrayó que «no se va a perder un sólo euro de los 120 millones que nos ha concedido la UE». El consejero-delegado tiene previsto comunicar hoy en la reunión del programa operativo local que se celebra en Alicante que la ejecución de las obras está ya al 35% «y ratificar que ya hemos recibido 13,8 millones de euros de Bruselas».