L as farmacias siguen sufriendo el desabastecimiento de algunos medicamentos que obliga, tanto a farmacéuticos como a clientes, a iniciar una fastidiosa peregrinación en busca del fármaco en cuestión. El presidente del Colegio de Farmacéuticos de Alicante (COFA), Jaime J. Carbonell, indicó que este desabastecimiento se viene produciendo desde hace un par de años en adelante y, aunque ha habido periodos de mayor incidencia, en la actualidad siguen existiendo problemas de suministro. Así, el Centro de Información del Medicamento registra en este momento la falta de 20 medicamentos en la provincia, indicaron fuentes colegiales.

Los farmacéuticos se dirigen a este centro para reclamar información y dar parte de la falta de suministro, que mayoritariamente afecta a medicamentos de uso común, algunos de ellos sustituibles, indican desde el COFA. Se trata de desabastecimientos discontinuos, pues varían dependiendo del día y, sobre todo, afectan a fármacos como los inhaladores para el asma, antidepresivos o antipsicóticos.

Las causas de esta falta de suministro pueden variar, pero normalmente son una consecuencia directa de los conflictos entre laboratorios y distribuidoras. Carbonell explica que «los fabricantes acusan a las distribuidoras de dispensarlos fuera del país y las distribuidoras aseguran que no se fabrica lo suficiente». Un enfrentamiento que perjudica a las farmacias porque se ven obligadas a reclamar los fármacos y también a los clientes, que no encuentran su medicina.

Al respecto, el presidente del Colegio indica que el futuro Decreto de Trazabilidad anunciado por el Ministerio de Sanidad - cuya aprobación ha sido aplazada hasta enero - podría «acotar» este problema. Esta normativa permitirá «hacer un seguimiento del medicamento desde que se fabrica hasta que llega al ciudadano» para evitar la falta de suministro. «Somos el último eslabón de la cadena», lamenta el farmacéutico alicantino Tomás Lloret Sánchez, quien incide en que «las farmacias y los ciudadanos son los grandes perjudicados» por esta falta de suministro en la que influyen los «intereses encontrados entre la industria farmacéutica y los distribuidores». Asegura que «vamos saliendo del paso porque son faltas puntuales que van rotando, pero no podemos estar mendigando medicinas». El desabastecimiento obliga a los farmacéuticos a «hacer un peregrinaje por los almacenes para encontrar los medicamentos y tomar otras medidas como ir directamente al laboratorio o pedirlo a los compañeros». Incide en que «no entendemos por qué no están esos fármacos». La semana pasada «faltó un inspirador contra el asma, fueron 24 horas, pero ya te deja preocupado». Este desasosiego se incentiva porque «son fármacos muy populares, como uno para el colesterol».