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Las inspecciones a las casas del centro de Alcoy disparan las declaraciones de ruina

Las revisiones llevadas a cabo tras los derrumbes registrados por la borrasca Gloria han propiciado la apertura de 13 expedientes

Las inspecciones a las casas del centro de Alcoy disparan las declaraciones de ruina

Las inspecciones realizadas a los edificios del casco antiguo de Alcoy tras los derrumbes registrados como consecuencia de la borrasca Gloria han disparado las declaraciones de ruina en esta zona de la ciudad. El Ayuntamiento, en concreto, ha abierto 13 expedientes, al tiempo que ha ordenado el desalojo de 45 casas con el objetivo de que se puedan realizar reparaciones.

Tal y como se ha venido informando, el Instituto Valenciano de la Edificación (IVE), en colaboración con técnicos municipales, iniciaba el pasado mes de febrero la revisión de cerca de 500 edificios del centro con más de 50 años de antigüedad. La decisión se adoptaba después de los derrumbes que durante la borrasca Gloria afectaron a siete inmuebles, en lo que se configuraba como una acción preventiva que iba a permitir disponer de una radiografía de su estado.

Como consecuencia de estas inspecciones, el Ayuntamiento ha decretado desde entonces la ruina de 13 edificios, ordenando al mismo tiempo el desalojo de otros 45 para que los propietarios lleven a cabo reparaciones.

La concejala de Urbanismo, Lorena Zamorano, explicaba que en el caso de las declaraciones de ruina, el propietario está obligado a derribar los inmuebles cuando se consideran de emergencia, o bien a acometer una rehabilitación.

Según sus palabras, «en la mayoría de los casos, se decantan por llevar a cabo una rehabilitación, dado que al estar los edificios situados en el casco antiguo, en caso de optar por la demolición están obligados al mismo tiempo a presentar un proyecto de construcción de un nuevo inmueble».

La edil destacó lo complicado de los trámites, incluso en ocasiones para localizar a los propietarios. También los hay que ignoran los requerimientos, lo que desemboca en multas coercitivas. En los casos en que la ruina es de emergencia, y si se producen demoras, es el propio Ayuntamiento el que ha tenido que acometer la demolición de manera subsidiaria para evitar riesgos a los ciudadanos.

Junto a estos expedientes, desde el Consistorio también se han decretado en estos últimos meses hasta 45 desalojos, debido a que los inmuebles no estaban en condiciones de ser habitados. El objetivo también pasa por que los propietarios procedan a efectuar las reparaciones exigidas por los técnicos.

Zamorano destaca que las revisiones que se han llevado a cabo y los requerimientos municipales «han tenido un efecto concienciador, ya que los propietarios están llevando a cabo las inspecciones técnicas a las que están obligados por la normativa». Cabe reseñar, en este sentido, que las revisiones realizadas por los técnicos del IVE y del Ayuntamiento no eximen a los propietarios de realizar las suyas propias.

Mientras tanto, el Ayuntamiento está ultimando la redacción de un plan de regeneración del casco antiguo que se ha comprometido a financiar la Conselleria de Vivienda, y en el que también se desea involucrar al Ministerio y a la iniciativa privada. El objetivo es recuperar, rehabilitar y garantizar la seguridad, para lo cual habrá acciones directas y ayudas. El programa estará sectorizado, y por parte del Consistorio se trasladarán a la Conselleria aquellas actuaciones que se consideren prioritarias.

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