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CORONAVIRUS

La gestora del geriátrico de Oliver en Alcoy señala que las residencias no estaban preparadas para la pandemia

DomusVi vincula la virulencia del brote de coronavirus, con 73 fallecidos, con la elevada edad de los residentes del geriátrico

La UME ha desinfectado en varias ocasiones el geriátrico de Oliver de Alcoy en el punto álgido del brote. juani ruz

DomusVi, la empresa que gestiona el geriátrico de Oliver en Alcoy, vincula la virulencia del brote de coronavirus registrado en estas instalaciones con la elevada edad de los residentes. La firma destaca que la media era de 87 años, y que la gran mayoría contaba además con múltiples patologías previas. Desde la entidad se reconoce que las residencias, al ser centros de carácter social, no estaban preparadas para una pandemia de estas dimensiones, aunque resaltan que tampoco lo estaban los hospitales. La empresa, en cualquier caso, anuncia que va a aplicar un estricto protocolo en todos sus geriátricos con el objetivo de prevenir nuevos contagios y evitar la propagación en caso de que surja alguno.

Tal y como se informaba ayer, la Conselleria de Sanidad acaba de dar por cerrado el brote de coronavius registrado en el geriátrico de Oliver en Alcoy, que a lo largo de los últimos meses se ha cobrado 73 fallecidos. Ha sido el brote más virulento que ha registrado una residencia en el conjunto de la Comunidad Valenciana, lo cual ha llevado a los familiares a constituirse en asociación para exigir responsabilidades y también al Ayuntamiento a reclamar a las consellerias de Sanidad y Bienestar Social que investiguen lo ocurrido.

En este contexto, la empresa que gestiona el centro, DomusVi, ha ofrecido a este diario su versión de los hechos. Ha sido a través de la directora asistencial de la firma, Josefina Pérez, que ha vinculado la elevada afección a la edad de los residentes, según sus palabras, «mucho mayor que la media. Pensamos que es un factor que ha resultado decisivo, porque hablamos de una media de 87 años, lo que propicia además que tengan numerosos diagnósticos activos. Es en estas condiciones donde el virus se muestra más virulento».

Paciente cero

La firma, añade, tomó medidas preventivas en todos sus centros contra los contagios, como fueron las restricciones de visitas, «pero nadie en aquel entonces sabía a donde podía llegar este virus». Tampoco se ha posido identificar al paciente cero. «El virus vino de fuera, pero no sabemos quien pudo ser el portador».

Desde la empresa, con todo, señalan lamentar «profundamente lo que ha pasado y entendemos el dolor que se ha generado», aunque rechazan las críticas de falta de información. «Se mantuvo una comunicación directa día a día con los familiares por correo electrónico o whatsapp, y también realizamos llamadas y videollamadas», aseguran.

Respecto a la intervención del centro por parte de la Conselleria de Sanidad para tomar el control de la siuación y coordinar el tratamiento de los pacientes, Josefina Pérez señala que «la colaboración ha sido óptima y les estamos muy agradecidos».

En relación a la situación por la que han atravesado el conjunto de las residencias de mayores durante esta pandemia, la representante de DomusVi señala que «somos centros de carácter social y no estábamos preparados para atender una pandemia, pero se ha demostrado que tampoco lo estaba el sistema sanitario en general, ni los hospitales en particular».

La empresa, en este sentido, anuncia que va a aplicar un estricto protocolo en sus centros para prevenir contagios y evitar la propagación en caso de que pueda surgir alguno. «De todo esto hemos sacado un aprendizaje que queremos aprovechar, porque el virus no se ha marchado», enfatiza la directora asistencial.

Así, se ha elaborado el denominado «proyecto cuidado seguro» en materia de prevención y contención, que incluye un pormenorizado control de toda persona que acceda a los geriátricos a través de la medición de temperaturas, desinfección de calzado, equipos de protección individual e incluso cambios de ropa, para reducir al máximo la carga vírica. También se contempla la realización de test rápidos y toda una serie de herramientas para garantizar el aislamiento de cualquier persona que llegara a contagiarse. Todo ello acompañado de un plan de formación a los trabajadores y del abastecimiento de recursos materiales para no tener carencias.

Josefina Pérez, por otro lado, comparte la solicitud de los reprsentantes de las residencias en la Comunidad Valenciana, en el sentido que la Conselleria de Sanidad haga tests cada 15 días a trabajadores y usuarios para atajar con inmediatez posibles rebrotes de covid-19. Lo que sí rechaza es la posibilidad de que los geriátricos se conviertan en centros sanitarios. «Somos hogares y no podemos perder eso. A nadie le gustaría vivir en un hospital».

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