La crisis del coronavirus va a impactar de lleno en la Fira de Tots Sants de Cocentaina, un evento cultural y económico de primer orden, que en su próxima edición, la 674, verá reducido de forma más que notable su formato. El Ayuntamiento, dependiendo de la evolución de la pandemia, se plantea tres escenarios distintos: controlar zonas y aforos, organizar actividades culturales y comerciales restringidas, o directamente celebrar un certamen virtual. Las pérdidas, en cualquier caso, serán cuantiosas, pudiendo llegar hasta los 30 millones de euros.
El Ayuntamiento de Cocentaina trabaja en el desarrollo de formatos alternativos para la 674 edición de la Fira de Tots Sants, teniendo en cuenta las limitaciones impuestas por la crisis del coronavirus y las medidas que se deben adoptar para la prevención de contagios. En este sentido, y con los datos disponibles en estos momentos, se barajan tres escenarios posibles que eviten la suspensión. Según explicaba ayer la concejala de Fira, Eugenia Miguel, «el formato tal y como lo conocemos está totalmente descartado. En esta nueva realidad que nos deja la crisis sanitaria que estamos viviendo no podemos asumir el volumen de visitantes y participantes que teníamos hasta el pasado año, ni garantizar la distancia de seguridad. Sin embargo, tenemos otras opciones que supondrían no dejar vacía de contenido la Fira de 2020».
En el caso de que la evolución de la pandemia sea positiva y se pueda mantener la situación actual de nueva normalidad, «celebraríamos la Fira con un formato mucho más reducido, con zonas acotadas en diferentes partes del pueblo y con aforos controlados», señaló la edil.
En caso de regresar al estado de alarma, se está estudiando la forma de poder celebrar actividades culturales y alguna comercial, como exposiciones o venta de productos locales, de forma muy restringida en cuanto a presencia y combinándolo con un gran apoyo digital.
Por último, si volviese el confinamiento, «mantendríamos un formato digital. Estamos trabajando en todas las posibilidades que nos ofrecen las nuevas tecnologías para presentar una versión online de la Fira de Cocentaina», subrayó Eugenia Miguel.
Por su parte, la alcaldesa, Mireia Estepa, resaltó que la Fira de Tots Sants «es un dinamizador económico excepcional no sólo para Cocentaina, sino para municipios de alrededor y para los expositores, para quienes este evento supone una fuente de ingresos muy importante en sus respectivos negocios. Es por ello, añadió, que «con la situación que hemos vivido y con unas previsiones económicas muy preocupantes, tenemos que hacer todo lo que esté en nuestra mano, respetando por supuesto las medidas de seguridad y prevención establecidas, para conserver el dinamismo de nuestro pueblo».
Sea como fuere, lo cierto es que dependiendo del formato que finalmente pueda realizarse, las pérdidas podrían alcanzar hasta los 30 millones de euros. Cabe reseñar, en este sentido, que el certamen es visitado todos los años por cerca de 500.000 personas y que son alrededor de 800 los exposiores que participan en sectores tan diferenciados como la automoción, la maquinaria agrícola, la alimentación o la artesanía, entre muchos otros. La Fira, asimismo, tiene una importante vertiente cultural, como lo demuestra que esté declarada BIC y Fiesta de Interés Turístico Internacional.
Uno de los sectores más afectados por la situación es el de los comercios y los hosteleros. Lidia Calatayud, de la junta directiva de la asociación local de comerciantes, no dudaba ayer a la hora de señalar que «el impacto económico por la reducción del formato va a ser muy grande, porque la Fira mueve mucha gente y dinero. Para nosotros va a ser un año desastroso, pero es evidente que no se puede hacer otra cosa, porque lo primero en estos momentos es preservar la salud de todos. Solo queda esperar que esta crisis pase cuanto antes y que el año próximo se pueda celebrar sin problemas».
