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Los agentes medioambientales exigen al Consell recursos para ejercer sus funciones

Los operarios denuncian la falta de un reglamento que organice las competencias que les tiene asignadas la propia Generalitat y que tampoco hay medios suficientes para ello

Dos agentes medioambientales, durante una jornada de trabajo en el parque natural de la Font Roja. juani ruz

Los agentes ambientales de la Comunidad Valenciana exigen a la Generalitat que ponga los recursos legales y materiales necesarios para que puedan ejercer plenamente las funciones de vigilancia y control que tienen asignadas. El colectivo denuncia la inexistencia de un reglamento que organice el trabajo de manera jerarquizada y precisa, lo que impide desarrollar en la práctica las competencias que les corresponden, y que vienen reflejadas en una instrucción aprobada el año pasado por la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural.

El cuerpo de agentes medioambientales de la Generalitat tiene encomendado, entre otros, velar por el cumplimiento de la legislación en esta materia, la participación en emergencias y la investigación de las causas de incendios forestales y la inspección y control de actividades en el entorno. Sin embargo, la Asociación de Agentes Medioambientales de la Comunidad Valenciana, mayoritaria entre este colectivo profesional, critica que «no hay una escala de mando y por lo tanto no tenemos un orden», y sus funciones se ven con frecuencia reducidas a la simple vigilancia de los montes. De esa forma, además, critican que se solapan con la labor que hacen otros colectivos.

Los agentes también consideran que esa falta de normativa y organización interna condiciona que el personal «no esté especializado» cuando sí podría centrarse en alguna de las tareas que les asigna de manera genérica la instrucción de la Conselleria, según señala el presidente de la citada asociación, Santano Álvarez. A eso se añade, denuncia, una falta u obsolescencia de medios materiales. Al respecto, critica aspectos como la antigüedad de buena parte de la flota de vehículos -algunos rondan los 25 años-, o no disponer de recursos para tareas que en teoría deberían realizar, como tomar muestras de agua y etiquetarlas para su análisis. También incide en la imposibilidad de realizar estadísticas acerca de las actividades que realizan.

La Comunidad cuenta con 264 agentes medioambientales, distribuidos en 11 demarcaciones, tres de las cuales corresponden a la provincia de Alicante. Se trata de una plantilla bastante envejecida, según denuncia la asociación, con una media de edad que ronda los 58 años. Pese a ello, lamentan que las convocatorias de plazas «van muy por debajo de las jubilaciones» que se producen. «A este paso vamos a desaparecer por falta de renovación», insiste Álvarez. La última oposición se convocó en diciembre de 2019, «después de cuatro años», agrega.

Funciones en estudio

Fuentes de la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente explican, por su parte, que ahora mismo se está trabajando en la definición de las funciones de los agentes medioambientales, «desde el reconocimiento a su importante labor medioambiental y a través de un proceso conjunto que cuente con su participación activa». En este sentido, destacan que se ha aprobado ya el cuadrante de trabajo de este año, y ha habido varias reuniones con respresentantes sindicales del colectivo.

En esas reuniones de trabajo, señalan, la Conselleria «se ha mostrado abierta al diálogo, planteando propuestas para favorecer el trabajo de este personal», que es, recalcan, «imprescindible y prioritario». La asociación mayoritaria entre el colectivo critica, no obstante, que su entidad todavía no haya mantenido ningún encuentro con la actual titular del departamento, Mireia Mollà.

Trabajo continuado durante el confinamiento

Los agentes han velado por que se cumplieran las normas en las semanas en que no se permitía acceder al monte

El trabajo de los agentes medioambientales no se ha visto afectado de manera directa por la pandemia de coronavirus, aunque la situación sí ha repercutido en que su tarea también pasara a ser la de velar por que se cumpliera la prohibición de acceder al monte si estaba a más de un kilómetro del propio domicilio, vigente hasta finales de mayo. El presidente de la Asociación de Agentes Medioambientales de la Comunidad Valenciana, Santano Álvarez, señala que, por lo demás, el trabajo ha seguido de manera habitual, y que incluso el hecho de no poder salir ha hecho que «no haya habido agresiones al medio ambiente». Fuentes de la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural apuntan también que los agentes «han continuado desarrollando una labor esencial durante el Estado de Alarma, tanto en la prevención y conservación del medio ambiente como incluso en el reparto de material en el entorno rural».

El presidente de la asociación de agentes destaca que «la gente es en general respetuosa con el medio ambiente, aunque si van más personas al monte es normal que haya más riesgo». Álvarez señala además que ese peligro «es permanente, dado que tenemos el campo abandonado» y eso favorece la posibilidad de que los incendios «puedan propagarse por los márgenes» de parcelas de cultivo sin mantenimiento. También lamenta que la biomasa, que podría ser un motivo para limpiar los montes, «no tiene valor».

Las tres demarcaciones de vigilancia medioambiental de la provincia de Alicante tienen sus bases en Alcoy, Altea y Crevillent. La primera comprende las comarcas de l'Alcoià, el Comtat y el Alto Vinalopó, mientras que la segunda ocupa la Marina Baixa, la Marina Alta y l'Alacantí y la tercera se extiende por todo el Medio Vinalopó, el Baix Vinalopó y la Vega Baja. Castellón tiene otras tres áreas, mientras que Valencia tiene ocho.

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