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Una mercantil de Ibi crea una cabina que desinfecta en tres segundos

La instalación, que pulveriza dosis de líquido virucida, está ideada para zonas de gran afluencia como parques de atracciones, hospitales y centros comerciales

Una persona se introduce en la cabina para desinfectar la ropa y calzado antes de acceder a una industria.

La reinvención industrial y la colaboración para paliar los efectos de la crisis sanitaria del coronavirus siguen su carrera de fondo. El cambio o la evolución de productos para dar respuesta a las necesidades que plantea la nueva realidad en todos y cada uno de los ámbitos, es el motor que ha llevado a la industria de Ibi Puntográfiko a asociarse con dos firmas madrileñas, Husun Producciones y Goliath, para la creación de una cabina de desinfección para todo tipo de objetos. Orientada para todo tipo de empresas, está pensada mayoritariamente para lugares de gran afluencia como parques de atracciones, hospitales, aeropuertos y centros comerciales.

Tres segundos y listo, este es el tiempo que tarda esta cabina higienizante en aportar seguridad a quien la utiliza. A través de un método de pulverización está preparada, según su amplio catálogo de modelos, para desinfectar cualquier tipo de objeto inerte, « desde ropa, hasta carros enteros de la compra» como puntualiza Jordi Barrachina, gerente de la industria ibense Puntográfiko. Él mismo asegura que «es un proyecto que ha nacido con el objetivo de poner nuestro granito de arena en esta nueva situación en la que nos encontramos, hay espacios en los que se junta mucha gente y en los que este elemento es una gran herramienta sobre todo para aportar seguridad y garantías a quien lo utiliza». Debido a la gran cantidad de objetos que pueden introducirse en él Barrachina explica que «hemos realizado distintos modelos que atienden sin duda a las necesidades de tamaño, ya que, no es lo mismo que se utilice en un parque de atracciones para la desinfección de personas que se utilice en una industria para desinfectar cajas de mercancía recibidas del exterior. Es por ello que hay una gama de tamaños para que se pueda elegir el que mejor se adapte a la realidad del lugar donde tiene que ser instalada».

¿Libre de virus?

En relación a su funcionamiento indica que «la cabina funciona mediante un sistema de pulverización que dura tres segundos y que al igual que cuando una persona aplica gel hidroalcohólico sobre sus manos, higieniza el producto que se coloca en su interior. En este caso puntualiza que «no queremos que la gente piense que una vez sale de la cabina está libre de virus ni que es algo milagroso que lo erradica en este corto espacio de tiempo que dura el baño de virucida, es una herramienta más para apelar a las medidas sanitarias, la prevención y la limpieza, que al fin y al cabo es un pilar muy importante para atacar al virus».

En cuanto al coste explica que «al igual que otras empresas han realizado acciones sociales con sus productos, en este caso y debido al coste es imposible, lo que si que estamos ofreciendo a la gente es que pueda rotular la cabina entorno a su imagen gráfica y visual de forma gratuita. Según el tamaño su precio parte de los 4.000 euros en adelante, importe al que se suma la instalación que puede costar entorno a los 500 euros depende dónde tenga que realizarse, la rotulación como he dicho corre por nuestra cuenta». En relación a este último elemento de la cabina indica que «permite a la empresa mejorar sus acciones de márketing y a través de sus paneles ofrecer mensajes de seguridad».

Depósitos

En relación a los líquidos utilizados, Francisco Munilla de Husun Producciones asegura que «ningún líquido es milagroso y nos esteriliza contra el virus, en este caso la cabina lleva un depósito que contiene un líquido virucida reconocido en la lista dispuesta para este caso por el Ministerio de Sanidad con el objetivo de higienizar todo aquello que se deposite en su interior; pero en ningún momento contiene líquidos milagrosos, es más hay que prestarle mucha atención la solución que se le suministra para garantizar así la seguridad en su uso».

Respecto a su utilización insiste que «en el caso de las personas, el líquido no es perjudicial para la salud pero sí deben atender siempre las medidas de prevención, por lo tanto cuando se pase por la cabina se debe llevar mascarilla y protección ocular, en este último caso con cerrar los ojos valdría».

El responsable de Puntográfiko asevera que «en sus primeros días de salida a la luz ya se han recibido varias solicitudes de información en relación al producto, sobre todo firmas que lideran espacios grandes y con mucha afluencia de gente a lo largo del día como son parques de atracciones, hospitales, centros comerciales, aeropuertos, etc.».

Asegura que «estamos esperanzados con el producto, ya que es sin duda un sello de garantía y seguridad aunque como cualquier cosa no nos libra del virus al 100%, pero sí ayuda a cumplir con la prevención y sobre todo con la higiene».

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