Mejorar la calidad de vida de las personas mayores, con diversidad funcional o en riesgo de exclusión social, y facilitar el trabajo a sus cuidadores, son los pilares sobre los que el Campus de Alcoy de la Universitat Politècnica de València (UPV) está desarrollando un proyecto europeo junto a universidades de los Países Bajos, Finlandia y Portugal.
El profesor del grado de Informática y responsable del Laboratorio de Tecnologías Interactivas del campus alcoyano, Jordi Linares, ha explicado que después de casi cinco años intentando conseguir financiación europea para poner en marcha el proyecto NICCoLLa (Network for Innovative Care Competence Learning thorgh Labs), finalmente en 2019 «hemos conseguido entrar en el programa Strategic Partnerships del marco Erasmus+ de la Unión Europea».
La institución universitaria está trabajando desde el pasado mes de septiembre de la mano de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Avans (Países Bajos), el Instituto Pedro Nunes (Portugal) y la Universidad de Ciencias Aplicadas de Lahti-LAB (Finlandia). Cuentan con un presupuesto de 450.000 euros y un plazo de tres años para conseguir mejorar la calidad de vida de las personas a través de las nuevas tecnologías.
«¿Cuánto pueden servir las nuevas tecnologías para ayudar a personas en riesgo de exclusión social, o con diversidad funcional? ¿O a mejorar la vida de sus cuidadores y de la gente que trabaja con ellos?», ha planteado Linares. Y es que «no somos conscientes todavía de lo que dispositivos como Alexa o Google Home pueden facilitarnos la vida», ya que en el caso de personas mayores o con diversidad funcional «les permiten interactuar con la voz», ha explicado a modo de ejemplo.
Pero la aplicación de las nuevas tecnologías en el campo social o de la salud no es el único objetivo que persigue este proyecto, pues con todos los conocimientos que a lo largo de los próximo años desarrollen pretenden crear material docente y curricular en «una de las áreas más críticas e importantes en el marco europeo», como es «la integración de las nuevas tecnologías en la mejora de la salud y el bienestar de las personas», según el docente.
Todo este material equivaldrá, tal y como ha afirmado Jordi Linares, a 30 créditos (unas 300 horas de material formativo) que se hará disponible en abierto y complementando con nuevas tecnologías educativas como MOOC (Massive Open Online Course)».
Robótica
El equipo de investigadores alcoyano lo compone, además de Linares, Manolo Llorca, en el campo ético, Javier Esparza y Joan Albert Silvestre, así como Jaime Masià en la parte robótica. Todos ellos van a tener la oportunidad de reunirse con profesionales académicos de los dos sectores de las otras tres universidades que participan para intercambiar conocimientos, y plantear retos y posibles soluciones. La próxima cita será en Holanda en septiembre de este año y asistirán alumnos de todos los centros y de ramas tan dispares como la informática, la robótica, la enfermería o la fisioterapia. «La selección de estudiantes se hará teniendo en cuenta el expediente académico y un informe personal que tendrán que presentar para explicar por qué es importante para ellos ir. Es una forma de hacerles reflexionar sobre el tema», ha indicado Linares.
El siguiente encuentro será en Finlandia en 2021, y en sendos casos acudirán un total de doce alumnos y dos profesores de cada centro.
El simposio final en el que se expondrán los resultados se celebrará en Alcoy en junio de 2022 y contará con la asistencia de una amplia gama de expertos. «Queremos invitar a este evento a empresas que prestan este tipo de atención y a firmas de informática, que a veces no acaban de ver el negocio en este sector, y están muy equivocados».
El docente ha destacado que el envejecimiento de la población y los bajos recursos harán de este tipo de dispositivos o sistemas «una solución fácil a la falta de personal asistencial, y jugarán un rol muy importante».
Con todo, el Campus de Alcoy de la UPV cuentan con partners como el Hospital Virgen de los Lirios de Alcoy, en concreto con el servicio de neurología, y la Asociación APSA, una entidad sin ánimo de lucro que desarrolla actividades «dirigidas a mejorar la calidad de vida de personas con diferentes capacidades durante su ciclo vital», tal y como ha concluido Jordi Linares.
