Integrantes de Fonèvol, entidad que lucha por la plena igualdad en las Fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy, consideran que el resultado de la votación del estatuto sobre indumentarias festeras abre la puerta a que hombres y mujeres vistan el mismo traje a través de una modificación de la ordenanza. La satisfacción es patente entre el colectivo, así como en la concejala de Fiestas, Carol Ortiz, que considera que en la asamblea del pasado jueves se dio un gran paso en materia de intregración.

La asamblea de la Asociación de San Jorge rechazó el jueves la modificación del artículo de los estatutos que introducía la prohibición de que los festeros utilicen el traje oficial que no corresponde a su género. La propuesta, en la práctica, afectaba sobre todo a las primeras mujeres que se incorporaron a las filaes, cuando aún no había indumentarias femeninas.

El presidente del Casal, Juan José Olcina, resta importancia a este hecho, sobre la base de que esta prohibición ya está vigente en la ordenanza festera, «por lo que las cosas continúan igual y las mujeres que vistan un traje distinto al femenino no pueden participar en escuadras». Con todo, el dirigente festero matiza que esta modificación estatutaria no iba dirigida tanto a estas mujeres como a «algunos hombres a los que se ha visto con indumentarias femeninas». De igual forma, señaló que la ordenanza siempre es susceptible de modificación, «si alguien plantea la propuesta y se vota a favor».

Desde Fonèvol, en cambio, existe una gran satisfacción por lo ocurrido en la asamblea. Núria Martínez, la primera mujer que salió a Fiestas e integrante de la entidad, destacaba la concienciación que está calando en el mundo de la Fiesta. «Cada vez son más las filaes que apuestan por un traje único, y de hecho esta votación abre la puerta a ello. Sería lo más igualitario y la forma de acabar con las complicaciones que tenemos todavía las mujeres a la hora de participar en los actos». Martínez resalta, en este sentido, que la introducción del veto en los estatutos hubiera sido una forma de blindarlo, «ya que para cambiar la ordenanza basta con una mayoría simple y para los estatutos se necesitan tres cuartas partes».

Por su parte, la edil de Fiestas, Carol Ortiz, califica de «gran paso» el resultado de la votación, y opina que efectivamente el traje único «acabaría con muchos problemas». Con todo, se mostró partidaria de abordar los cambios «siempre a través del diálogo y sin enfrentamientos». Destaca, en este sentido, la predispocisión al diálogo de la directiva del Casal.

Olcina, por último, ha resaltado la aprobación de los estatutos destinados a reforzar tanto el control finaciero de las filaes como a evitar retrasos en los actos festeros.