La ley de lo absurdo reinó en la jornada de ayer en Ibi de la mano de «Els Enfarinats». Como cada año estos estrafalarios personajes, ataviados con singulares vestiduras, tomaron el mando de la villa del juguete como es habitual el 28 de diciembre. Los huevos, la harina y los cohetes son las principales armas utilizadas en la batalla que gobierno y oposición protagonizan, y en la que se disputan el poder en el municipio.

A la salida del sol, en Ibi ya resonaban los petardos, el toque de diana marcaba el inicio de una jornada llena de tradición pero sobre todo, de mucho humor. El alcalde del municipio, Rafael Serralta, rodeado de la «Oposició» esperaba a «Els Enfarinats» en la puerta del Consistorio local para ceder el poder al nuevo primer edil. Tras disputar la carrera del alcalde, Sergio Galiano se alzó con el poder e hizo estallar la vara de mando entregada por Serralta.

Una vez en el cargo y rodeado del resto de sus compañeros, accedieron a la sala de plenos para realizar una cómica sesión de investidura y conformar así formalmente el gobierno local. La oposición también accedió al consistorio para continuar con las burlas a sus contrincantes.

Un combate peculiar

El momento más divertido de la jornada llegó con el inicio de la batalla que gobierno y oposición protagonizaron en la plaza de la Iglesia. Ambos bandos iniciaban los preparativos con las descarga de la munición y preparaban la estrategia para derribar a sus contrarios. En total 12.000 huevos, más de 7.000 kilos de harina y más de 7.000 cohetes protagonizaron la divertida lucha. Resbalones, ataques de imprevisto y los particulares encierros en prisión hicieron las delicias de la gran cantidad de público que acudió a la céntrica plaza para disfrutar del acto. Además más de 100 medios de comunicación llegados incluso de Roma, Londres y Tokio acudieron a cubrir esta fiesta que se encuentra en el top 10 de las mejores celebraciones locales.

Completamente enharinados y rebozados en huevo, los estrafalarios personajes dejaron la plaza de la Iglesia para iniciar el tradicional paseo por las calles de la población, multando a los viandantes y cobrando el «impuesto revolucionario» a los comerciantes. Después de una pausa para comer y reponer fuerzas, «enfarinats» y «oposició» llevan la recaudación y los donativos al Asilo de San Joaquín.

«Els Enfarinats» son una celebración más dentro de les Festes d'Hivern, por lo que ayer, después de devolver el poder al equipo de gobierno dirigido por Serralta, los actos continuaron con el Primer Dia de Danses o Dia dels Casats.

La jornada festiva concluyó con el «Ball del Virrei» en el pabellón del polideportivo municipal, donde algunos espectadores acudieron a bailar ataviados con el sombrero, la capa y el mantón típicos de la indumentaria tradicional de esta celebración muy esperada por los ibenses.