Los grupos municipales de Alcoy han dictaminado de manera favorable el recorte en el recorrido de la Cabalgata de Reyes Magos y el Bando de Alcoy, aunque con críticas entre los partidos de la oposición por la precipitación de la medida y el temor a que pueda generar un colapso en las calles del centro por una mayor concentración de espectadores.

La supresión del último tramo de Cabalgata, entre el puente de Cervantes y San Roque, ha sido dictaminada de forma favorable en comisión municipal, por lo que no se prevén problemas para que sea aprobada en el pleno extraordinario del próximo lunes. PSOE, PP y Vox votaron a favor, mientras que Compromís, Ciudadanos, Podemos y Guanyar se abstuvieron.

Y es que pese a compartir la visión de las entidades participantes, en el sentido de que el desfile en este último tramo tiene mucho menos público y pierde su magia, también se considera que se ha actuado con precipitación.

Màrius Ivorra, de Compromís, expresa su temor a que el recorte acabe saturando las calles del centro, toda vez que se registrará una mayor concentración de espectadores. «El año pasado, que cayó en sábado, se contabilizaron 150.000 personas, y en este, que es domingo, podríamos llegar a 200.000. Existe un claro riesgo de que quede colapsado todo el recorrido».

Rosa García, de Ciudadanos, critica que no se haya consultado a los vecinos y comerciantes, mientras que Cristian Santiago, de Podemos, habla de «precipitación» a la hora de tomar esta medida, que en cualquier caso entiende justificada «porque la plantean las propias entidades participantes». Sandra Obiol, de Guanyar, considera también que «el proceso debería haber sido más pausado y con informes por ejemplo de Protección Civil y Policía Local, lo que evidencia que el gobierno local es un mal gestor».

Por el PSOE, Carol Ortiz señala que la medida «viene siendo reclamada hace tiempo por las asociaciaciones, porque el desfile pierde la magia en este punto y además acaba muy tarde». Una visión que comparten David Abad, de Vox, y Quique Ruiz, del PP, quien pese a ver también precipitación, señala que «no es un tema para hacer política y atacar al gobierno».

Los que expresan su rechazo frontal a la medida son los integrantes de la asociación de vecinos del Ensanche. «Es un agravio para una parte de la población. Los participantes quieren acabar antes, pero la fiesta es para el pueblo», señala el presidente Paco Seguí.