Los parques de Alcoy precisan de una inversión cercana a los 3,5 millones de euros tras años de falta de mantenimiento. Así lo revela un estudio realizado por el Ayuntamiento, que tendrá que priorizar las actuaciones que lleva a cabo ante las limitaciones presupuestarias existentes. La ciudad dispone de 270.000 metros cuadrados de zonas verdes, una amplia extensión que dificulta que se puedan mantener en un estado adecuado. Al deterioro generado por la deficiente conservación se le suman los actos vandálicos en el mobiliario urbano y demás infraestructuras.
De los 270.000 metros cuadrados de zonas verdes existentes en la ciudad, la mayor superficie se corresponde con los grandes parques que se construyeron a principios de la década de los noventa. Los de mayor extensión son los de Cantagallet, con 75.200 metros cuadrados, Zona Norte con 43.100, Batoy con 25.500, y El Romeral con 19.200. A estos hay que sumar otras áreas como la del cauce del Riquer, con 65.000 metros cuadrados, Caramanxel con 11.350, el Viaducto con 8.700 y la Glorieta con 8.650.
Según destaca el concejal de Obras, Jordi Martínez, «pocas ciudades del tamaño de Alcoy tienen tanta superficie de zonas verdes, lo cual supone un problema a la hora del mantenimiento. En el momento en que se construyeron quizá sí que el Consisitorio contaba con los recursos suficientes, pero después han venido épocas más complicadas, como la reciente crisis económica, en que no ha habido tanta disponibilidad».
Aún así, señala que durante la última legislatura se han destinado alrededor de dos millones a realizar mejoras, destacando sobre todo la inversión realizada en el parque de El Romeral para reparar los graves destrozos ocasionados por el temporal de lluvia y nieve de hace tres inviernos. También se actuó por este mismo motivo en el paseo de Cervantes.
Con todo, la intención del Ayuntamiento con el estudio redactado es conocer las necesidades de cada parque, contemplándose actuaciones de mantenimiento integral en cerramientos, mobiliario urbano, pavimento y alcantarillado, entre otros elementos.
«De lo que se trata a partir de ahora es de priorizar y ver qué actuaciones se tienen que llevar a cabo con mayor urgencia. La idea, en definitiva, es la de establecer un calendario para ir dejando los parques de forma progresiva en un buen estado, siempre de acuerdo con las disponibilidades presupuestarias del Ayuntamiento», concluye.
El Ayuntamiento busca otros usos para los estanques
La laguna de la Zona Norte se ha podido recuperar, pero no va a suceder lo mismo con las de Cantagallet y El Romeral
El Ayuntamiento va a buscar usos alternativos para los estaques que en su momento fueron habilitados dentro de los grandes parques de la ciudad. La laguna de la Zona Norte se ha podido recuperar recientemente, una vez flexibilizado el protocolo de control de la legionela, pero no va a suceder lo mismo con las de Cantagallet y El Romeral, debido a que la inversión para ello resultaría muy elevada y además supondría un riesgo para los usuarios.
El concejal de Obras, Jordi Martínez, señala que en el caso de la Zona Norte «la instalación se encontraba en relativo buen estado, por lo que se han podido activar de nuevo los surtidores. Sin embargo, tanto en Cantagallet como en El Romeral el deterioro es elevado e incluso podría resultar un peligro por el riesgo de caídas dentro del agua».
En Cantagallet la propuesta del gobierno municipal pasa por acondicionar la zona como parque acuático para perros, mientras que en El Romeral todavía se está buscando una solución.
