Marlene Perkins, coordinadora de Unicef en la Comunidad Valenciana, ha participado recientemente en unas jornadas celebradas en Alcoy sobre Ciudades Amigas de la Infancia. A la cita asistieron representantes de Xàbia, Teulada-Moraira y la ciudad anfitriona, que ya cuentan con este reconocimiento, así como de otros treinta municipios de la provincia que han mostrado interés en seguir sus pasos.
P ¿Qué requisitos hay que cumplir para conseguir la distinción como Ciudad Amiga de la Infancia?
R Lo primero que hay que tener claro es que los niños tienen exactamente los mismos derechos que cualquier otro ciudadano y aplicar políticas municipales que estén pensadas por y para ellos. En este sentido, se debe encauzar la participación de niños y adolescentes a través de consejos locales, así como elaborar planes de infancia y adolescencia.
P ¿Los ayuntamientos no tienen en cuenta las necesidades de los niños a la hora de desarrollar sus políticas?
R Cuando me preguntan esto siempre hago referencia a una metáfora, que no es otra que poner de manifiesto que el esfuerzo de las administraciones por respetar y tener en cuenta los derechos de los niños debe ser el mismo que en los últimos años se está ejerciendo con el tema de género.
P ¿Queda mucho por hacer en este campo?
R Queda mucho por contruir en este terreno e insisto en que hay que volcarse con los niños igual que se está haciendo con las mujeres. La población que todavía no tiene la mayoría de edad cuenta con unos derechos reconocidos por la ONU y hay que tenerlos en consideración, porque son de obligado cumplimiento.
P Uno de los elementos principales del programa de Ciudades Amigas de la Infancia es la participación, para que se apliquen propuestas planteadas por los propios niños. ¿Qué tipo de iniciativas proponen los más jóvenes?
R Las propuestas que salen de los consejos de participación son buenas para el conjunto de la ciudadanía y tienen en cuenta también a las personas mayores, la diversidad funcional e incluso el cambio climático. Se puede apreciar en cualquier proyecto que planteen, empezando por el simple diseño de los parques urbanos. Los niños y adolescentes son generosos y los ayuntamientos lo que tienen que hacer es escucharles como a cualquier otro colectivo ciudadano y coordinar las políticas desde las diferentes concejalías para que tengan coherencia.
P ¿Está creciendo el interés entre los municipios por pasar a formar parte de esta red?
R Las jornadas desarrolladas en Alcoy así lo confirman, ya que han contado con una gran asistencia. Desde nuestra experiencia podemos decir que hay pocas cosas tan gratificantes como formar parte de este proyecto. En Unicef actuamos como paraguas, pero son los ayuntamientos los que tienen que dar el paso adelante y comprometerse.
