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Alcoy

El Ayuntamiento tiene pendiente de aplicación un plan «antiokupas» aprobado en 2017

Incluía la creación de un censo de pisos ocupados ilegalmente y un teléfono anónimo para denuncias

Pancartas en la calle Casablanca. JUANI RUZ

El Ayuntamiento de Alcoy tiene pendiente de aplicación un plan «antiokupas» que fue aprobado en 2017. La iniciativa incluía medidas como la elaboración de un censo de viviendas ocupadas ilegalmente, la creación de un teléfono anónimo para denuncias o la puesta en marcha de un correo electrónico de atención a los ciudadanos afectados por estas situaciones.

El problema de los okupas ha saltado a la actualidad en Alcoy a raíz de las protestas llevadas a cabo por los vecinos de la calle Casablanca, a los que se han sumado los de otras zonas del casco antiguo de la ciudad. Denuncian problemas de convivencia, seguridad e incluso tráfico de drogas.

Pues bien, se da la circunstancia de que el Ayuntamiento, que ha señalado que no tiene competencias para hacer frente al problema, tiene pendiente de aplicación un plan que fue aprobado por el pleno en febrero de 2017. Allí figuraban medidas como la creación de un censo de viviendas ocupadas ilegalmente, la habilitación de un teléfono anónimo y la puesta en marcha de un correo electrónico para los ciudadanos afectados.

El portavoz del grupo municipal del PP, Quique Ruíz, recuerda además que el gobierno socialista rechazó un año después impulsar estas medidas «por considerarlas un brindis al sol». Según el concejal popular, «aunque había iniciativas que excedían las competencias municipales, había en cambio otras propuestas viables que otros municipios sí han aplicado y que, sin embargo, no se han puesto en marcha en Alcoy».

Es por ello por lo que insta al ejecutivo a desarrollar el plan. «Los vecinos, que se sienten desamparados, reclaman soluciones y el alcalde recurre a evasivas cuando tenía sobre la mesa medidas que no ha aplicado en más de dos años y medio».

Cabe recordar que en el último pleno el gobierno municipal, ante las preguntas vecinales, respondió que las competencias en el desalojo de los okupas son de los juzgados. Sí, en cambio, afirma estar trabajando para la demolición de las viviendas en ruinas.

Juanjo Nebot: «Los vecinos buscamos a los dueños de fincas cuando deberían hacerlo desde el consistorio»

Presidente de la asociación de vecinos del Centro

El centro de Alcoy es el barrio que más está sufriendo el conflicto de los okupas. El presidente de la asociación de vecinos, Juanjo Nebot, denuncia los problemas de convivencia e inseguridad que se están registrado por este motivo, por lo que reclama al Ayuntamiento que se implique de una forma más decidida en la búsqueda de soluciones.

P ¿Cuáles son los problemas a los que se están teniendo que enfrentar los vecinos del casco antiguo?

R Pues básicamente a la inseguridad y los problemas de convivencia, incluso se están dando casos de tráfico de drogas, y esas son cuestiones a las que se tiene que hacer frente. De todas formas, y aunque el asunto se está focalizando en el centro, el problema se está registrando en el conjunto de la ciudad, incluyendo las urbanizaciones.

P ¿Qué respuesta han obtenido por parte del Ayuntamiento?

R Nos dicen que no pueden hacer prácticamente nada, porque eso es una competencia de los juzgados. Pero yo creo que sí pueden hacer más, empezando por influir a nivel político para que se modifiquen las leyes.

P Los vecinos, aparte de las protestas, ¿están llevando a cabo algún tipo de acción?

R Estamos buscando a los dueños de las fincas que están ocupadas ilegalmente para que lo denuncien en los juzgados y se pueda poner en marcha el proceso de desalojo. Pero eso deberían hacerlo desde el consistorio, entre otras cosas porque nosotros tenemos más limitaciones y además cada nota que pedimos en el registro nos cuesta 20 euros. Si todo esto lo tenemos que hacer nosotros, ¿para qué queremos entonces a la corporación?

P ¿Tienen previsto celebrar alguna reunión con el Ayuntamiento?

R Estamos esperando a ver si nos llaman y podemos abordar el problema en común, porque los vecinos están muy intranquilos y han llegado a un límite, como se ha podido comprobar con las protestas llevadas a cabo en la calle Casablanca. La inseguridad que estamos padeciendo es mucha, y es necesario que se adopten medidas para combatir este problema y ponerle coto.

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