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Alcoy

La Zona Norte, precursora del movimiento vecinal

Es el área más poblada de la ciudad, abarca desde el puente de la Petxina hasta el límite con Cocentaina y tiene su origen en pequeños núcleos diseminados que se construyeron en los años sesenta a las afueras

El barrio de la Zona Norte es, con 17.000 habitantes, el más poblado de Alcoy. Su origen está en los pequeños núcleos diseminados que en la década de los sesenta se construyeron a las afueras del núcleo urbano. Presume de tener la primera asociación de vecinos legalizada de la provincia, con más de 40 años de trayectoria, y hoy en día acoge los principales servicios del municipio, caso de la estación ferroviaria o el hospital.

La Zona Norte de Alcoy, precursora del movimiento vecinal

La Zona Norte de Alcoy, precursora del movimiento vecinal

Los núcleos urbanos que dieron paso al barrio fueron financiados por entes públicos de la época y por entidades como el «Monte de Piedad», así como por iniciativas cooperativas y privadas. Algunos ejemplos son Caramanchel, que se encontraba en la antigua salida hacia la carretera de València, San Mauro (1959), Juan XXIII (1967), la Font Dolça, Sagrado Corazón y Sagrada Familia.

Hasta 1974 la estructura del barrio de la Zona Norte se caracterizó por su dispersión y por su entorno industrial. Y es que los pocos edificios de la época estaban ubicados en torno a la carretera de València, actualmente conocida como la avenida de Joan Gil Albert, donde se encontraban importantes factorías.

Un ejemplo de la riqueza industrial de la zona es la aceitunera La Española, un empresa que a día de hoy continúa en el corazón del barrio, situada entre las calles Arzobispo Doménech y San Juan Bosco, y entre Jordi de Sant Jordi y Ausiàs March. Pero si por algo se ha caracterizado siempre la Zona Norte es por el movimiento vecinal. Desde finales del 73 los residentes de la zona empezaron a organizarse para aunar fuerzas con las familias del barrio para reivindicar «una escuela pública en condiciones», dado que los niños se formaban en locales y pisos, recuerda Jordi Miró, miembro de la Asociación de Vecinos de la Zona Norte desde su fundación en junio de 1976, la primera entidad vecinal legalizada de la provincia de Alicante.

Las calles no estaban asfaltadas, no había red de alcantarillado y las vías ferroviarias de la línea ya en desuso del conocido como tren Xitxarra, el que cubría el trayecto hasta Gandia, cruzaban el barrio. Una de sus locomotoras preside la actual plaza de Al-Azraq y fue restaurada recientemente por el Ayuntamiento para la celebración del 125 aniversario de la línea.

La radiografía del barrio hoy en día es muy diferente, pues se encuentra urbanizado desde el puente de la Petxina, el cual lo separa del Ensanche, hasta el límite con Concentaina. Se trata de la zona más poblada de la ciudad con 17.000 habitantes y cuenta con servicios tan importantes como el Hospital Virgen de los Lirios, que presta servicio a l'Alcoià, El Comtat y la Foia de Castalla, las estaciones de autobuses y tren, el albergue de transeúntes, numerosos supermercados, uno de los tres mercados municipales que hay en Alcoy, piscina y polideportivo, centro social, el cuartel de la Guardia Civil, el Centro Municipal Deportivo Eduardo Latorre, situado en el antiguo edificio del matadero, y uno de los parques más grandes de la ciudad, el cual cuenta con un anfiteatro al aire libre que recientemente ha sido adecuado para que sea accesible para todo el mundo, así como uno de los polígonos industriales de la ciudad.

También hasta hace dos años el barrio contaba con los juzgados, pero estos fueron trasladados al antiguo cuartel de la Guardia Civil, en la Placeta de la Mare de Déu, en pleno centro histórico.

Cuando se legalizó la asociación en 1976 lo primero que se hizo fue pasar una encuesta a los vecinos para conocer qué necesidades tenía el barrio y el orden de prioridad. A la reivindicación de una escuela pública de calidad se sumó la necesidad de urbanizar las calles y dotarlas de un sistema de alcantarillado en condiciones, pero también la importancia de contar con un mercado y un centro de salud. Entre los primeros logros destaca el de un grupo de vecinos de la época, que consiguieron el permiso municipal pertinente para urbanizar la calle Terrassa y un tramo de Ausiàs March, reunieron el dinero necesario y realizaron la contrata.

Un gran bulevar

El eje principal del barrio, desde el cual se empezó a expandir a ambos lados, es la avenida de la Hispanidad. Un gran bulevar que permite el paso de vehículos, pero da prioridad al peatón. Y es que la convivencia vecinal fue el principal objetivo de sus promotores: «cuando nos reunimos con el arquitecto le expusimos nuestra idea, una avenida amplia con un gran bulevar en el centro en el que las personas pudieron pasear, sentarse y pasar el rato, y los vehículos circulasen alrededor», recuerda el presidente de la asociación vecinal, Manolo Flores.

Esta zona de esparcimiento fue ampliándose con el tiempo y hoy abarca desde el cruce de Escultor Ridaura hasta San Juan Bosco. La proliferación de terrazas en los establecimientos hosteleros, sin embargo, ha supuesto un problema, dado que la parte central ha sido «invadida» por los bares, cafeterías y heladerías de la vía, lo cual «dificulta el paso de la gente» y los setos cada vez están más deteriorados debido a que «los camareros los atraviesan para servir a sus clientes», añade Flores.

Volviendo a la organización de la Zona Norte, destaca la amplitud de las principales vías, dado que «el objetivo de la asociación fue que no se especulase y no se construyese como en el barrio de Santa Rosa». En estos momento la plaza de Al-Azraq es prácticamente el único espacio pendiente de urbanizar. Éste abarca el solar que preside la locomotora del Xitxarra, cuenta con el edificio de los antiguos juzgados e incluye el recinto conocido como las Aulas Verdes, cuyos edificios acogieron las primeras escuelas públicas y una parte del colegio Miguel Hernández.

Jordi Miró: miembro de la Asociación de Vecinos de la Zona Norte

Jordi Miró: miembro de la Asociación de Vecinos de la Zona Norte«Ahora hay menos implicación y sigue habiendo mucho por lo que luchar»

Jordi Miró vive en la Zona Norte y es miembro activo de la asociación vecinal desde mucho antes de su legalización. Tiene muy claro que es la gente que reside en él la que sabe realmente cuáles son sus necesidades y echa en falta hoy en día «una participación real» en las cuestiones que afectan al barrio.

P ¿Cuáles fueron las primeras reivindicaciones?

R A finales del 73 ya empezamos a reunirnos para reivindicar una escuela pública en condiciones. Esa fue la primer lucha fuerte que emprendimos los vecinos.

P ¿Qué actuaciones destacaría?

R La urbanización del barrio, la construcción del mercado o el centro de salud La Bassa, el cual se llama así porque se hizo en una antigua masía que tenía una balsa que repartía agua a otras viviendas de la zona. Conseguimos que se respetase parte del edificio, porque siempre hemos luchado por respetar la memoria histórica.

P ¿Qué pasa con la plaza de Al-Azraq?

R Se tenía que haber ejecutado entre 1993 y 1997 y la idea era que el proyecto contemplase viviendas, un parque y una plaza multifuncional y los servicios que estaban por definir. También se habló de desviar el paso de vehículos por el tramo de Escultor Ridaura que separa las Aulas Verdes.

P ¿Cómo ha evolucionado el movimiento vecinal?

R Ahora hay menos implicación, y aunque tenemos infraestructuras y servicios sigue habiendo mucho por lo que luchar.

Reivindicaciones vecinales

Reivindicaciones vecinalesLas reivindicaciones vecinales han cambiado mucho en los últimos 40 años en la Zona Norte. Las primeras propuestas se centraron en la necesidad de urbanizar el barrio y cubrir las necesidades en cuestión de infraestructuras y servicios, mientras que hoy en día se centran en diferentes problemas que se han ido detectando.

Urbanización de la plaza de Al-Azraq

- La plaza de Al-Azraq es uno de los pocos espacios del barrio por urbanizar. Ésta se encuentra en uno de los extremos del eje principal, la avenida de la Hispanidad, y está presidida por la locomotora del tren Xitxarra.

Rotonda de acceso norte

Rotonda de acceso norte

-La construcción de una rotonda en el acceso norte de la ciudad, justo en el límite con el término municipal de Cocentaina, supondría un alivio importante del tráfico y evitaría muchos de los accidentes que se registran en este tramo, según recuerda el presidente de la Asociación de Vecinos, Manolo Flores.

Control de las terrazas de los hosteleros en la avenida de la Hispanidad

Control de las terrazas de los hosteleros en la avenida de la Hispanidad

-La proliferación de terrazas en el centro de la avenida de la Hispanidad está enfrentando a vecinos y hosteleros en los últimos años. El problema preocupa sobre todo en la época estival, que es cuando más uso se hace de este servicio que ofrecen los bares, cafeterías y heladerías. En este sentido, Flores explica que por un lado los establecimientos «invaden» el bulevar y dificultan el paso de la gente. Por otro lado, los camareros y algunos clientes atraviesan los setos para desplazarse de los establecimientos a las terrazas y viceversa.

Falta de mantenimiento

-La falta de mantenimiento es un problema que afecta a toda la ciudad, pero que en el caso de la Zona Norte preocupa sobre todo el estado del parque del anfiteatro. «La vegetación ha ido creciendo sin ningún tipo de cuidado y hay árboles que podrían suponer un problema en caso de fuertes rachas de viento, lluvia o nieve», pero además «las raíces han levantado muchas zonas de paso». La situación se agrava todavía más en la segunda fase del parque, la comprendida entre la zona de esparcimiento canino y el asilo de San José».

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