El Ayuntamiento de Alcoy ha aprobado la cuenta general de 2018 con un nivel de ejecución presupuestaria en materia de inversiones reales de solo el 25,5%. El importe sin ejecutar es de 17,1 millones de euros, y afecta a algunos proyectos pendientes desde el año 2013. El PP ha criticado la gestión de los socialistas, mientras que éstos replican que varias actuaciones se están llevando a cabo en estos momentos y que algunas de ellas son para solucionar «entuertos» del anterior gobierno de los populares.

El documento aprobado por el Ayuntamiento revela que la ejecución de los presupuestos municipales fue del 70%, una cifra que desciende hasta el 25,5% en el caso de las inversiones reales. Entre las partidas que no se ejecutaron figuran 3.662.449 euros para la finalización de la urbanización de Serelles, 2.335.655 para la rehabilitación de la fundición de Rodes, 603.092 para la adecuación de la Rosaleda, 321.079 para la recosntrucción de los chalés de la Font Roja, 260.000 euros para la adecuación del entorno arqueológico de la Sarga, 373.138 para el proyecto museístico del Molinar, 400.000 para la rehabilitación del grupo de viviendas Sant Jordi, 175.207 para el paso peatonal de debajo del puente de Cervantes, 144.976 para la restauración de monumentos históricos o 279.103 para la mejora de los accesos a la estación de Renfe.

El PP, que ha votado en contra de la aprobación de las cuentas, se ha mostrado muy crítico con la gestión socialista. El portavoz municipal, Quique Ruiz, señala que «somos conscientes de las limitaciones normativas y la necesidad de cumplir con la regla de gasto, pero si atendemos a las cifras de otros ayuntamientos, con niveles de ejecución de entre el 80% y el 95%, podemos concluir que el principal problema es la gestión que desarrolla el gobierno».

El edil hace referencia a proyectos que permanecen pendientes de ejecución desde el año 2013, con lo que «afrontamos la tercera legislatura del PSOE con iniciativas que siguen en el aire desde sus primeros años de gobierno». También subraya que «el reducido gasto en inversiones compensó la caída de ingresos para cerrar el ejercicio con un superávit de 1.155.619 euros».

Las críticas de los populares han tenido contestación por parte del ejecutivo socialista. La concejala de Hacienda, Vanessa Moltó, señala en primer lugar que «para ser rigurosos, cuando se habla de de nivel de ejecución de inversiones, en realidad de lo que se está hablando es de los pagos. Hay obras que pueden estar ejecutándose o incluso acabadas, y que todavía no se han pagado porque están pendientes de certificación».

Por otro lado, destaca que algunas de las inversiones que siguen pendientes, caso de la finalización de la urbanización de Serelles o la reforma de la Rosaleda, «son para solucionar entuertos urbanísticos que hemos heredado del anterior gobierno municipal del PP y que nos vemos obligados a presupuestar año tras año. Sé que a ellos no les gusta hablar del pasado, pero la realidad es la que es».

Moltó también hace referencia a la regla de gasto, indicando que «el PP quiere que ejecutemos más, pero estamos en manos de una normativa de Rajoy que nos tiene a los ayuntamientos atados de pies y de manos».

La edil, además, subraya que «si no tenemos en cuenta las inversiones, la ejecución presupuestaria ha sido del 90%, que es un porcentaje que no está nada mal». También censura al PP por votar en contra de las cuentas, «lo cual es una irresponsabilidad, porque de no salir adelante, el Ayuntamiento podría haberse visto privado de subvenciones».