Castalla cerraba en la jornada de ayer sus festejos taurinos en honor a San Roque con la celebración de su primer encierro con reses bravas. Un acto que se incluyó por primera vez en el programa y que recibió a multitud de público de toda la provincia. La carrera surgió sin incidentes y dio paso a una sesión de vaca brava matutina en la que se notó un aumento de público, un hecho muy positivo para el balance de los festejos.

La capital de la Foia de Castalla ponía ayer punto final a cuatro días de fiesta en los que «els bous al carrer» han sido su principal actividad. Desde que el pasado jueves, el tradicional chupinazo marcara el inicio de los días grandes en honor a San Roque, el municipio recibía a multitud de públco en cada una de sus sesiones con un vaca brava como protagonista.

A primera hora de la mañana de ayer, multitud de vecinos y visitantes se concentraban en la calle Juan XXIII para iniciar el encierro. Algunos, incluso, imitaban las vestimenta de los San Fermines y lucían la indumentaria combinada en blanco y rojo para arrancar la carrera. Los corredores discurrieron por las calles Avda. de la Constitución y Ferrerías y disfrutaron de un encierro en el que no se registraron incidentes. Tanto los vecinos como los visitantes valoraban de forma muy positiva esta nueva inclusión en el programa de actos en la que destacan que todo lo que sea bueno para dar publicidad a la fiesta y que la difrute más gente es positivo.

Desde la concejalía de Fiestas, Noelia Álvarez resaltaba que «se ha trabajado potenciar los festjejos, primero con la introducción de los encierros matutinos y en esta edición con un encierro de toros, con la finalidad de que tanto los vecinos de Castalla como todos los visitantes que se acercan a nuestro municipio por estas fechas, puedan disfrutar al máximo de nuestras tradiciones». Asimismo, destaca que «la Fiesta de la Vaca se ha convertido en un importante reclamo turístico en el que hay que seguir trabajando por introducir novedades y mejoras que cada verano sigan atrayendo gente hasta nuestra localidad».

Tobogán de 70 metros

Una vez finalizado el encierro el municipio protagonizaba otra sesión de vaca matutina en la que también se registraba un amplio número de participantes. Los festejos concluían por la tarde con el popular encierro infantil desde la Placeta La Madalena. También se instaló un tobogán acuático urbano de 70 metros de longitud en la calle Bovians para que el público infantil disfrutara también de esta festividad. Ahora solo queda esperar al próximo agosto en el que el chupinazo volverá a marcar el inicio de esta festividad marcada en el calendario de festejos alicantino.