El incendio forestal de Beneixama está controlado. Quince unidades de bomberos y brigadas rurales han refrescado la zona y extremado la vigilancia durante toda la noche para evitar rebrotes, máxime teniendo en cuenta el descenso de la humedad relativa al 60%. La Generalitat estima que la superficie afectada alcanza las 870 hectáreas, mientras la Guardia Civil investiga si el fuego fue intencionado. Las 90 personas que fueron desalojadas el pasado lunes ya pueden volver a sus casas, aunque con precaución, y la Unidad Militar de Emergencias (UME) se ha retirado de la zona afectada.

El incendio declarado en el término municipal de Beneixama el lunes a mediodía se dio por estabilizado en torno a las 11.30 horas de ayer, aunque los medios aéreos y terrestres continuaron trabajando durante toda la jornada para evitar que las llamas se reprodujesen. Una vez llegada la noche, 15 unidades de bomberos y brigadas rurales continuaron las labores de extinción, extremando la vigilancia por el descenso de la humedad relativa del 90 al 60% en relación a la noche anterior.

La consellera Gabriela Bravo acudió a la reunión de coordinación que tuvo lugar a última hora de la tarde en el puesto de mando avanzado (PMA), tras la cual anunció que «si no hay sorpresas, a mitad de mañana [por hoy] podríamos dar el incendio por controlado, pero no extinguido», para lo cual «deberán transcurrir varios días».

La Generalitat estima que la superficie afectada alcanza las 870 hectáreas y Bravo destaca que «afortunadamente no hay que lamentar desgracias humanas», ni tampoco daños materiales significativos. En este sentido, el coordinador de incendios forestales del Consorcio Provincial de Bomberos, al frente del PMA, Antonio Córdoba, confirmó que, aparte de los estragos en la masa forestal y cultivos, las llamas han arrasado una antigua torre vigía de madera y una zona de colmenas de abeja.

Desde la UNIÓ de Llauradors, calculan que en torno al 10% de los terrenos devastado eran de olivos y almendros. Por ello, el secretario comarcal en la zona de l'Alcoià-Alt Vinalopó, Paco Vañó, puso de manifiesto que «queda claro una vez más que los campos de cultivo y en buen estado han actuado de cortafuegos y evitado males mayores», por lo que insistió en que «se ha de potenciar la agricultura y que se paste en nuestras áreas de interior para prevenir incendios».

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La responsable autonómica también resaltó tras la reunión la eficacia del dron de los bomberos para ofrecer información actualizada durante las horas nocturnas sobre la evolución de los «puntos calientes».

El delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Juan Carlos Fulgencio, explicó que barajan de «forma seria» la hipótesis de que el fuego se originase de forma intencionada. La Guardia Civil ha abierto una investigación y «estamos sobre determinadas pistas. Hay que controlar que éstas sean ciertas y que el hecho no sea fortuito», añadió.

Dificultades

El difícil acceso a la zona afectada, sumado a la virulencia de las llamas y las altas temperaturas registradas complicaron las labores de extinción en las primeras doce horas del incendio. Sin embargo, a lo largo de la noche, y pese a la retirada de los medios aéreos, los efectivos de emergencia lograron acotar el incendio en un perímetro de 21 kilómetros, según fuentes del Consorcio Provincial de Bomberos.

En las labores de extinción están colaborando medios aéreos y terrestres de las provincias de Alicante y València, de la Generalitat y de la Unidad Militar de Emergencias (UME). En las primeras horas también se movilizaron brigadas de otras comunidades y la unidad de drones de la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias.

El fuego arrasa gran parte de las colmenas de la zona

La virulencia del fuego que ha arrasado 870 hectáreas de terreno forestal y cultivos de olivos y almendros en la sierra de la Solana, en el término municipal de Beneixama, también ha calcinado gran parte de la cabaña apícola de la zona, según han informado productores y fuentes municipales a EuropaPress. Estos daños hay que sumarlos a los que sufrirán las abejas por la disminución de su alimento al arder la masa forestal que las nutría. Ante esta situación, los apicultores que tienen sus colmenas en zonas colindantes se plantean ahora mover las instalaciones para que las abejas puedan polinizar.

En un primer momento, solo hubo que desalojar a dos personas, pero conforme el incendio se hacía más virulento y se extendía por el monte, la cifra de vecinos obligados a marcharse ascendió hasta los 80. Varios incluso trataron por la tarde noche de volver a sus casas, que son de aperos como de segunda residencia, señaló Bravo. También se cortó al tráfico la carretera CV-657 en el punto kilométrico 12 del término municipal de Beneixama.

De hecho, el delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Juan Carlos Fulgencio, también en el centro de mando, aseguró que hay que mantener la seguridad de los profesionales y «no es cuestión de entorpecer ni poner en riesgo su integridad», al tiempo que recalcó que los desalojos no son un «capricho».

Al caer la noche, los medios aéreos se retiraron y permanecieron en la zona los terrestres, ya que el incendio todavía no estaba perimetrado, admitió la consellera.

El humo se aprecia por satélite y desvía aviones

Enaire, el gestor de la navegación aérea en España, afirmó que la columna de humo que generaba el incendio de Beneixama llegaba hasta los 15.000 pies (4,5 kilómetros de alto) y algunos aviones se desviaron para evitarla, aunque no tuvo repercusión en las operaciones.

En las imágenes del satélite de Aemet también se puede apreciar la enorme columna de humo que provocó el fuego. Así, las imágenes de radar de la zona muestran la expansión del penacho de humo de Beneixama hacia el sureste, sobrevolando Benidorm y el litoral de la Marina Baixa y adentrándose en el Mediterráneo.