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Alcoy

El Ayuntamiento monitorizará los barrancos del casco urbano

La iniciativa, englobada en el proyecto Smart City, responde a los graves incidentes de la Beniata y la ladera de las filaes

Imagen de la actual reparación de la ladera de las filaes, donde se produjo un desprendimiento. juani ruz

El Ayuntamiento de Alcoy prevé monitorizar los barrancos del casco urbano para evitar desprendimientos. La iniciativa, englobada en el proyecto Smart City, responde a los graves problemas registrados en la Beniata y la ladera de las filaes, y para llevarla adelante iniciará un proceso de compra pública innovadora que permita a las empresas ofrecer ideas innovadoras y productos.

El equipo de gobierno de Alcoy quiere mantener el liderazgo de la ciudad con su proyecto Smart City, y para ello ha incorporado nuevas iniciativas que cuentan con el apoyo económico de la Agència Valenciana de la Innovació.

Una de las propuestas municipales que cuenta con una subvención de la Generalitat es la iniciación de un proceso de compra pública innovadora, es decir, el Consistorio a través del área Smart City convocará un concurso para que las empresas interesadas propongan soluciones tecnológicas y novedosas a determinados problemas que plantee la administración local.

Esta fórmula, según ha explicado el alcalde, Toni Francés, «se recoge en la nueva ley de contratos, pero los ayuntamientos no se han acogido aún». Por ello, el primer edil anima «a las empresas a ofrecer servicios y productos que no existan en el mercado».

Dada la orografía de la ciudad, en los últimos tiempos se han presentado graves problemas de desprendimientos, como el sucedido en la Beniata tras un temporal de fuertes lluvias y que mantuvo este principal acceso cortado parcialmente durante un año, o el derrumbe de la ladera que afectó a las sedes de cinco filaes hace más de dos años y que se está reparando en la actualidad. Por ello, el gobierno municipal buscará una empresa que «ofrezca solución a estos problemas», según ha insistido Francés.

La idea, asimismo, sería «poder tener un sistema que monitorice las infraestructuras para detectar cualquier movimiento o desprendimiento con el suficiente tiempo para resolver el problema». Este es, a su vez, según ha añadido el alcalde, «un claro ejemplo de una Smart City, capaz de adelantarse a los problemas».

Inclinómetros

El geólogo alcoyano Rafa Montblanc ha trabajado en proyectos como el de la ladera de las filaes y ha explicado, en declaraciones a INFORMACIÓN, que hay múltiples formas de monitorizar estos movimientos de tierras, desde los más sencillos a los más complejos, pero que lo más habitual es la utilización de un inclinómetro.

Se trata de un instrumento muy versátil y útil que sirve, entre otras cosas, para medir desplazamientos tanto verticales como horizontales de una masa de suelo o roca, y que también permite monitorizar la estabilidad de terraplenes y taludes. Con él se puede medir el cambio de pendiente de una guía colocada dentro de un sondeo.

«Los sondeos pueden ser permanentes para ir viendo de forma periódica si hay movimientos» y, aunque se puede monitorizar, «dependiendo del caso, lo mejor es realizar mediciones al mes», según Montblanc. El experto pone como ejemplo el muro de contención que se construyó en la calle San Juan de Ribera tras el desprendimiento de una ladera, donde una vez finalizada la actuación «se dejó un tubo instalado para seguir obteniendo datos».

Con todo, el alcalde ha detallado que el presupuesto destinado al proceso de compra pública innovadora es de 95.000 euros y que tiene una duración de dos años. La iniciativa empezará con la formación de los técnicos municipales, después se llevará a cabo un estudio de demanda y en último término se redactará el pliego de condiciones para iniciar el concurso al que podrán optar las empresas interesadas en aportar soluciones innovadoras.

Otro proyecto para atender a las personas mayores que viven solas

El Ayuntamiento de Alcoy también ha conseguido una subvención destinada a acciones complementarias para la innovación que dedicará al desarrollo, a través de la tecnología, de un sistema que permita conocer el estado de las personas mayores que viven solas.

Este proyecto Smart Social cuenta con un presupuesto de 70.000 euros para las anualidades de 2019 y 2020 y se llevará a cabo de forma conjunta entre los técnicos municipales del área Smart City, la Universidad de Alicante y la Politécnica de Valencia.

La idea, según ha explicado el alcalde, Toni Francés, es conocer el comportamiento y hábitos de los mayores que viven solos, y monitorizarlos para detectar cualquier problema, con el objetivo de dar una respuesta rápida y que pueda recibir atención cuanto antes.

El técnico Pedro Ramírez ha profundizado en que «vamos a intentar utilizar productos ya existentes» y el objetivo es extender el servicio a las salidas de las personas mayores a la calle. De no lograrse lo planteado, se podría llegar a convocar un concurso de compra pública innovadora, como en el caso de las laderas.

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