Cocentaina escenificó en la tarde de ayer el gran pistolezato de salida a sus Fiestas de Moros y Cristianos en honor a San Hipólito Mártir. Los publicadores adultos e infantiles centraron todo el protagonismo y rindieron homenaje al milagro de las veintisiete lágrimas de la Mare de Déu del Miracle ocurrido en 1520. La noche festera concluyó con las primeras «Voltetes» y fiesta hasta altas horas de la madrugada en la Avenida País Valencià.

La capital del Comtat ya cuenta los días para vivir sus días grandes. Como cada año, «La Publicació» marca la cuenta atrás para las Fiestas de Moros y Cristianos en honor a San Hipólito. La tarde festera arrancaba a las siete de la tarde con el pregón festero. Primeramente, el párroco de Santa María, Eduardo Rengel, ofició el rezo del Ángelus. Posteriormente, el presidente de la Junta de Fiestas de Moros y Cristianos, Hipòlit Borràs, pidió permiso a la alcadesa, Mireia Estepa, para poder organizar los festejos.

Seguidamente, la Unión Musical Contestana interpertó el Himno de Fiestas. A continuación, también sonó el pasodoble «Turégano». Doz piezas musicales claves que dieron entrada a la «Colla de Dolçaines i Tabals Mal Passet», que significó el inicio del desfile de los publicadores.

Los primeros en desfilar fueron los publicadores del bando cristiano, con Milagro Barrachina Agulló, de la Filà Contestanos, como formadora y a quienes les siguieron los del bando moro bajo las órdenes del formador de la Filà Berebers «Els Borts»: Paco Pascual Soler. En las fuerzas de la cruz, el Ateneu Musical interpretó el pasodoble «El Berebere» de Gustavo Pascual, mientras que en las huestes árabes la Unión Musical interpretó «Bohemios del 29», de José Pérez Vilaplana. Posteriormente, fue el turno de los Publicadores Infantiles. En este caso, los cristianos fueron guiados por Olimpia Cerdá Barrachina (Filà Contestanos), mientras que en los moros asumió este relevante papel Paco Pascual Carbonell (Filà Berebers «Els Borts»). Los más pequeños estuvieron acompañados por la Unió Musical de Llutxent, con Paquito el Chocolatero de Gustavo Pascual Falcó.

Ofrenda

Tras recorrer las calles del municipio, los publicadores adultos e infantiles acudieron al monumento del patrón para realizar una ofrenda. En esta edición, y de manera extraordinaria, todos se trasladaron al Monasterio de las Clarisas para visitar a la Mare de Déu del Miracle y realizar una ofrenda floral con motivo del Año Santo concedido a Concentaina por la Santa Sede. Además, para conmemorar el V Centenario del Milagro de las veintisiete lágrimas de sangre derramadas por la Mareta en abril de 1.520, las escuadras de «La Publicació» giraron hacia su monasterio. Multitud de público se agolpó en las calles del municipio para presenciar el acto.