La asociación Alcoy Industrial ha llevado a cabo en el IES Cotes Baixes el primer curso de forja básica. Una iniciativa en la que han participado nueve alumnos y que ha tenido como objetivo la recuperación de este oficio trascendental en la historia industrial de la ciudad. El curso ha combinado la teoría con la práctica para saber aplicar todos los conceptos y manejar las principales herramientas. Además, durante las sesiones formativas, también han podido conocer el amplio patrimonio de elementos elaborados en hierro que forman algunos de los edificios más relevantes del modernismo alcoyano.
Dieciséis horas de aprendizaje para descubrir el oficio de forjador. Conocer la temperatura y los colores del hierro incandescente, saber utilizar el martillo y cómo golpear el material para conseguir la forma deseada, han sido algunas de las principales lecciones que los nueve alumnos han aprendido durante este curso pionero en la ciudad. Una iniciativa llevada a cabo por la asociación Alcoy Industrial con el objetivo de dar a conocer estos oficios que van cayendo en el olvido y que son una parte muy importante de la historia industrial.
La parte teórica de la formación se completaba con una parte práctica en la que los alumnos realizaron unas tenazas. Un elemento que, aunque parezca sencillo, permite aplicar todos los conceptos y lo que es aún más importante, saber manejar un mazo de cuatro kilos, herramienta clave en esta profesión. También pusieron en práctica la sincronización del trabajo en pareja, un tándem que en ocasiones los forjadores utilizan para combinar distintas herramientas y así obtener el resultado final deseado.
El presidente de la Asociación Alcoy Industrial, Enrique Masiá indicaba que «hemos de ser conscientes que la recuperación de este tipo de oficios no es posible si no hay formación. Es por ello que este ha sido el primero, pero nuestra intención es seguir llevando a cabo otros orientados a otras profesiones». Resaltaba además que «no es fácil encontrar gente bien formada para dar los cursos, en muchas ocasiones hay gente que incluso ha tenido que irse fuera de España para poder aprenderlos». En relación a la presencia de este oficio en la historia modernista de la ciudad, Masiá argumentaba que «estos oficios también se pueden incluir en el proyecto de turismo de Alcoy industrial para que la gente sepa la importancia y la magnitud de grandes piezas que componen algunos de los edificios más relevantes del modernismo alcoyano».
Maestro
El profesor del curso, el forjador Alejandro Cremades explicaba que «la tecnología y la innovación nos ha comido terreno, pero no podemos olvidar las raíces de la industria, para ello estos cursos, así como algunos encuentros de forjadores que ya se han llevado a cabo en municipios como Castalla, son dos buenas iniciativas para dar a conocer la magnitud de nuestro trabajo». Indicaba también que «los jóvenes de ahora están acostumbrados a pasar los dedos por la pantalla, pero desconocen estas cosas y cuando las ven les llama mucho la atención». Respecto a la evolución de los alumnos indicaba que «a pesar del poco tiempo y todo lo que deben conocer están aprendiendo muy rápido y los más importante demostrando que lo están disfrutando».
