El servicio de aparcamiento inteligente arranca en Alcoy entre el asombro y la confusión de los conductores por la falta de información. Los sensores instalados en tres espacios públicos -Verge Maria, Sant Miquel y Torre de les Maçanes- permite controlar 132 plazas de estacionamiento, 5 de ellas reservadas a personas con movilidad reducida. La información acerca de la disponibilidad de puestos para aparcar llega al usuario a través de una aplicación móvil o de la pantalla que hay a la salida del puente de San Jorge, al inicio de la calle Santo Tomás.
El Plan Director de Smart City de Alcoy, que fue aprobado por unanimidad en el pleno municipal, cuenta con un proyecto de aparcamientos inteligentes que acaba de estrenarse en tres espacios públicos de la ciudad. El equipo de gobierno, dada la dificultad para estacionar en el casco antiguo, ha optado por incorporar en este barrio la iniciativa, instalando un sistema de sensores en las zonas de la Verge Maria y Sant Miquel, en torno a los nuevos juzgados, y en la Torre de les Maçanes, justo detrás del pasaje que hay frente al parque de la Glorieta.
Entre las tres zonas suman 132 plazas, 5 de las cuales están reservados para personas con movilidad reducida. La disponibilidad de éstas se puede consultar tanto en la pantalla que hay al inicio de la calle Santo Tomás, en el acceso al centro desde el puente de San Jorge, como a través de la aplicación móvil que ha creado el Ayuntamiento para tal fin.
La APP, según ha informado el edil de Territorio y Ciudad Inteligente, Manolo Gomicia, «está actualmente en prueba». Ésta permite conocer las plazas de aparcamiento que hay libres en cada una de las tres zonas, y también activar la función de detección de «parking», que avisa al conductor con un mensaje de voz del aparcamiento que hay más cerca y de las plazas disponibles.
La aplicación ha pasado una primera fase de prueba con usuarios seleccionados, y ahora se está testando de forma abierta. Según las fechas que baraja el Ayuntamiento, «dentro de 3 ó 4 semanas estará validada en su totalidad».
No obstante, la puesta en marcha del servicio ha causado confusión entre los conductores y viandantes, sobre todo porque muchos no identifican por el nombre cuál es cada zona de aparcamiento. Es el caso de Sonia Pérez, que asegura «desconocía que esos solares se llamaban así», e incluso ha llegado a pensar que se trataba de «los tres parkings de pago que hay en el centro, aunque no me cuadraba por el nombre».
Conocer cuántas plazas quedan libres cuando accedes al centro «te evitar perder tiempo» y si no hay ninguna «te puedes ir a otro sitio directamente», destacan Toni Seba y Carlos Lledó, dos estudiantes de la Escola d'Art que vienen a diario desde Castalla.
También hay desconcierto con la pantalla, pues «paso casi a diario y la había visto, pero desconocía su utilidad».
Con todo, el gobierno local tiene previsto implantar el servicio en otros barrios, aunque destaca que los espacios deben cumplir unos requisitos determinados.
