El PP de Castalla ha acusado al gobierno local, formado por Ciudadanos y PSOE, de «ocultar deliberadamente en marzo la aparición de un brote de legionella en las instalaciones de la piscina municipal, poniendo en riesgo a usuarios y trabajadores». Dicha información ha sido desmentida por la Conselleria de Sanidad a través de un comunicado en el que ha manifestado que «no ha habido ninguna persona afectada» y que el mantenimiento «es absolutamente correcto».

La administración autonómica ha explicado que «el pasado 21 de marzo se realizó una visita por parte de los técnicos del Centro de Salud Pública de Alcoy a la piscina municipal de Castalla, como parte del programa de Vigilancia de las Condiciones Sanitarias en Piscinas». Durante la inspección «se tomaron muestras en distintos puntos, encontrándose resultado positivo de legionella». La Conselleria ha insistido en que estas visitas son rutinarias y que tienen como objetivo precisamente detectar la presencia de la bacteria para actuar en consecuencia.

Sanidad también ha manifestado que el Ayuntamiento puso en marcha «de forma inmediata todas las acciones que le indicó Salud Pública», motivo por el cual, en contestación a las acusaciones del PP, «se cerraron las instalaciones y se procedió a la limpieza de la red de distribución de aguas». Con todo, ha calificado de «irresponsable y alarmista» el comunicado emitido por la candidata popular a la Alcaldía, Magda Berenguer.

La número uno del PP en Castalla también ha acusado al gobierno municipal de «ocultar» dicha información a su propia concejal de Sanidad y Aguas, ya que, según ha insistido, «exige por Registro», con fecha del 21 de mayo, que se le «entregue de forma inmediata toda la documentación que obra en las dependencias municipales al respecto del asunto».