Muro sustituyó ayer las batallas de arcabucería de sus Fiestas de Moros y Cristianos por «mascletades», después de quedarse sin pólvora para celebrar los tradicionales alardos. Fue en los momentos previos a las Embajadas, que este año se quedaron sin el acompañamiento del característico estruendo de las armas de avancarga.

Tal y como ya avanzó este diario, Muro, al igual que otros municipios como Biar, se quedó sin pólvora para sus Fiestas de Moros y Cristianos debido a un problema con el suministro por parte del polvorín de Montealegre del Castillo. Una partida defectuosa parece que se encuentra detrás de este problema.

Así las cosas, las tradicionales batallas de arcabucería que anteceden a las Embajadas quedaron ayer suspendidas, siendo sustituidas por unas «mascletades» lanzadas desde las almenas del castillo momentos antes de que diese arranque la interpretación teatral.

Una solución que sirvió para recordar el estruendo de las contiendas entre ambos bandos, pero que en modo alguno sirvió para hacer olvidar el espectáculo y la intensa sonoridad que ofrecen los arcabuces.

El presidente de la Junta de Fiestas, Paco Vicedo, mostraba su indignación por lo sucedido, señalando que «nos han robado una tradición y vamos a reclamar que se aclare lo sucedido y se depuren responsabilidades».

El numeroso público asistente a las Embajadas se tuvo que conformar, a falta de trabucos, con la emocionante lucha con espadas protagonizada por los cargos festeros en la plaza Matzem.