Tras la tempestad vino la calma. Eso es justo lo que pasó ayer en Alcoy, donde el sol salió para las Entradas de Moros y Cristianos después de que la lluvia afectase a la interpretación del Himno de Fiestas. Miles de espectadores abarrotaron las calles de la ciudad para disfrutar de unos magníficos desfiles que, además, batieron récords de participación con más de 12.000 personas entre festeros, músicos y boatos.

El mal presagio del viernes, con una persistente lluvia que obligó a suspender el desfile de bandas y a reducir el formato del Himno, se quedó en una simple anécdota. Ayer la jornada fue espléndida y soleada, lo que configuró un escenario magnífico para los actos más espectaculares de las Fiestas de Moros y Cristianos.

Tanto los defensores de la cruz, comandados por el capitán de las Tomasinas, como las huestes de la media luna, con el capitán de la Magenta al frente, brindaron unas Entradas brillantes y participativas, destacando la cada vez mayor presencia femenina. Los desfiles transcurrieron con normalidad, salvo algunos cortes puntuales, sobre todo al paso de las escuadras especiales.

Y todo ello en medio de auténticas masas de público, con visitantes llegados de los más diversos rincones de la geografía española y también del extranjero.

Eso se notó en los aparcamientos habilitados por el Ayuntamiento en los polígonos de la ciudad, que prácticamente llegaron a llenarse por completo. Los autobuses lanzadera funcionaron de forma continuada.

En la tribuna de autoridades estuvo el ministro de Ciencia, Pedro Duque, así como varios representantes del Consell y de instituciones académicas.

En definitiva, una jornada redonda en que todo confluyó para que las Fiestas lucieran con la máxima intensidad.