La diana vespertina de «Els Cavallets» atrae cada año a un mayor número de espectadores. Las filaes Realistas y Berberiscos protagonizaron ayer el desenfadado desfile con sus característicos caballos de cartón, en una edición en la que los segundos conmemoraron el 25 aniversario de su participación en el acto.

Mucho antes del inicio de la tradicional diana vespertina de «Els Cavallets» en la calle San Nicolás ya había gente esperando. Y es que el acto más divertido y desenfadado de las Fiestas de Moros y Cristianos se ha convertido en una cita ineludible que congrega cada año a un mayor número de personas.

Realistas y Berberiscos, estos últimos conocidos popularmente como Bequeteros, son los protagonistas al ser las dos únicas caballerías que se trasformaron en filà y que hoy día perduran. Precisamente para rememorar sus orígenes, cada Día de San Jorge desfilan desde la Font Redona hasta la plaza de España, a la cual dan la vuelta para terminar justo delante del Ayuntamiento.

Los primeros en desfilar siempre son los Realistas, y lo hacen al ritmo del animado pasodoble «l'Aranya». Casi pisándole los talones, los Berberiscos recorren el abarrotado itinerario al son de «Petit Souet».

Dieciséis festeros de cada filà realizan divertidas figuras geométricas al tiempo que interactúan con el público y acercan los caballos de cartón a los niños y niñas que aguardan en las aceras del recorrido.

En esta ocasión, los Berberiscos estaban de celebración, al cumplir 25 años participando en el acto, una efeméride que coincide con el 150 aniversario de la filà. Por ello, aprovecharon la ocasión para dar a conocer los orígenes de la diana de «Els Cavallets».

Cuatro banderines y el «cavallet» original de cartón abrieron paso a los Bequeteros que este año participaron en el acto. Antes de todo esto, otros festeros de la entidad se encargaron de ir repartiendo llaveros y unos folletos informativos con un «pin» entre el multitudinario público.

Rafa Pascual, miembro de la junta directiva de la filà, explicó momentos antes que la coreografía que iban a realizar era la misma que en ediciones anteriores.

En cuanto a los Realistas, el grupo de festeros a lo largo de todo el recorrido fue sacando a niños y niñas de entre el público para que formasen parte por unos minutos de la alocada y divertida coreografía que en esta ocasión habían preparado.

La banda de música «L'Aranya» d'Albaida, la cual acompaña a la filà siempre, también puso un toque de humor, bailando al ritmo de la música y animando a los Realistas que encontraban a su paso a unirse tras ellos improvisando una coreografía que acabó, al igual que el acto, ante la Casa Consistorial.