Las Fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy concedieron ayer todo el protagonismo al patrón de la ciudad, San Jorge. Los actos religiosos acapararon el programa, en el día en que el niño Sant Jordiet, Álvaro Santacreu, hacía su debut en la Trilogía. Fue en la Procesión de la Reliquia, donde el numeroso público asistente lo recibió con una colorista alfombra de flores. El cardenal y arzobispo de València, Antonio Cañizares, fue el encargado de presidir tanto este acto como la posterior Misa Mayor en la iglesia de Santa María.

La tradición manda que el segundo día de la Trilogía de las Fiestas de Moros y Cristianos esté consagrado a la figura de San Jorge, y Alcoy cumplió ayer con creces con este mandato. Como cada año, la máxima expectación estaba depositada en el debut del niño Sant Jordiet, encarnado este año por Álvaro Santacreu, de la Filà Verdes. La matutina Procesión de la Reliquia fue el marco de esta primera aparición, y el público no faltó a la cita, abarrotando por completo el recorrido entre el templo del patrón y la iglesia de Santa María.

Álvaro lució un traje clásico con coraza en oro viejo, al igual que el casco, rematado en un enorme penacho de rojo intenso. Como es habitual, Sant Jordiet fue recibido a su paso por la calle San Lorenzo por una lluivia de claveles blancos y grana, en lo que se convirtió sin lugar a dudas en la imagen de la jornada. Los aplausos acompañaron el avance de la figura que representa al patrón.

La procesión, asimismo, fue la excusa perfecta para presenciar de cerca los extraordinarios trajes de los cargos festeros. Los capitanes de la Magenta y las Tomasinas, y los alféreces de los Cordoneros y los Verdes, desfilaron acompañados por sus respectivos caballeros y emires, provocando expresiones de admiración.

En la comitiva también estaban presentes la junta directiva de la Asociación de San Jorge con su presidente, Juan José Olcina, al frente, así como diversos componentes de la corporación municipal encabezados por el alcalde Antonio Francés. También la diputada Patricia Blanquer, la directora del Ivace Julia Company y los responsables de las fuerzas de seguridad.

La procesión estuvo presidida por el cardenal y arzobispo de València, Antonio Cañizares, que después también ofició la Misa Mayor en la iglesia de Santa María. La Orquesta Sinfónica Alcoyana y las diferentes corales de la ciudad, dirigidas por Gregorio Casasempere, interpretaron allí la inmortal Missa a Sant Jordi de Amando Blanquer.