Los Moros y Cristianos han vuelto a salir a las calles de Onil tras el paréntesis en las Fiestas que supuso la jornada electoral. Ayer todo el protagonismo fue para los arcabuces, con las guerrillas entre ambos bandos, y sobre todo para la «Ballà de Banderes», uno de los actos más característicos del municipio.

Los festeros, como manda la tradición, ondearon los enormes estadartes de sus respectivas comparsas justo a las puertas del Palacio del Marqués de Dos Aguas, mientras en el ambiente retumbaba el estruendo provocado por las armas de avancarga. Los actos continuarán en la jornada de hoy con una nueva guerrilla a las doce del mediodía y la posterior «Volta de Capitans», así como el espectacular Desfile de Comparsas a las seis de la tarde.