Contra viento y marea. Así transcurrió en la tarde de ayer la Entrada de Moros y Cristianos de Banyeres, con una presencia intermitente de la lluvia que, eso sí, no deslució el brillante desfile protagonizado por más de cuatro mil personas. El acto había sido aplazado en la noche del domingo por la Comisión de Fiestas, pero finalmente salió a la calle al mejorar las previsiones meteorológicas.

El mal tiempo ha marcado el inicio de los Moros y Cristianos de Banyeres, aunque afortunadamente menos de lo que se esperaba en un principio. Y es que la Comisión, en el fragor de un intenso temporal, anunciaba en la noche del pasado domingo el aplazamiento de la Entrada a la jornada del miércoles.

Sin embargo, la propia Comisión celebraba en la mañana de ayer una reunión de urgencia, en la que se decidía finalmente celebrar el desfile, aunque una hora después de lo que figuraba en el programa de actos. Así lo señalaba el concejal Fernando Sempere, quien justificaba el cambio de postura en «la mejora de las previsiones. Lamentamos que se haya podido marear un poco al personal, pero entendíamos que era lo que debíamos hacer ante el cambio en las predicciones».

Así las cosas, la Entrada de Moros y Cristianos arrancaba a las seis de la tarde con la participación de más de cuatro mil personas, entre festeros y las sesenta bandas de música participantes. El desfile transcurrió, sobre todo en su inicio, con la presencia intermitente de la lluvia, lo que obligó al numeroso público asistente a hacer uso de sus paraguas.

Esta circunstancia, en cualquier caso, no restó brillantez al acto, que tuvo sus momentos más destacados al paso de las filaes Maseros y Marrocs, las únicas que este año ostentan capitanías. Ambas formaciones ofrecieron a los espectadores unos espléndidos boatos, en los que no faltaron escuadras especiales y bailes.

La coincidencia con la jornada festiva propició una afluencia destacada de visitantes procedentes de otros municipios, que disfrutaron al paso de las diez filaes y sus correspondientes bandas de música. Un brillante comienzo para unas Fiestas que prometen.