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La cereza afronta el inicio de la campaña con una reducción de la cosecha del 25%

Los episodios de frío durante la floración, principalmente en El Comtat y la zona de la Vall de Gallinera, afectan al cuajado de la fruta y dejan la producción en tres millones de kilos - El sector teme las consecuencias del temporal de lluvias de esta semana

El presidente de la Denominación de Origen muestra un árbol en Planes en el que parte de las cerezas no se han desarrollado como consecuencia del frío. juani ruz

Se las prometía felices el sector de la cereza en la provincia de Alicante, con unas previsiones de cosecha que se aproximaban a los cuatro millones de kilos. La meteorología, sin embargo, ya ha empezado a hacer de las suyas, y la campaña va a arrancar con un descenso de la producción del 25% que se podría traducir, dependiendo de los precios, en unas pérdidas de unos seis millones de euros. Los episodios de frío registrados durante el proceso de floración, principalmente en El Comtat y la Vall de Gallinera, han impedido el correcto cuajado de la fruta, a lo que hay que sumar una trombra de granizo en la misma zona que también ha hecho de las suyas. Los agricultores temen ahora las consecuencias del temporal de lluvias de este final de semana.

La cereza parece empeñada año tras año en demostrar que es una de las frutas más delicadas y sensibles que existen. La floración había arrancado fantástica, potente y con una presencia más que considerable de abejas, lo que parecía asegurar una correcta polinización. Sin embargo, tal y como explica el presidente de la Denominación de Origen Montaña de Alicante, Hilario Calabuig, «de repente bajaron las temperaturas propiciando un parón, que posteriormente se ha traducido en que la fruta no haya cuajado de manera correcta. La consecuencia es que hay menos cerezas de las que esperábamos».

A ello hay que sumar la tromba de granizo registrada días atrás en la zona comprendida también entre Planes y la Vall de Gallinera, que igualmente ha tenido efectos negativos.

Con todo ello, se calcula que la cosecha a nivel global se ha reducido un 25% -más en las zonas afectadas directamente- lo que dependiendo de los precios podría traducirse en pérdidas de unos seis millones de euros.

El sector, asimismo, teme las consecuencias del temporal de lluvias que se anuncia para estos próximos días, teniendo en cuenta que el agua es uno de los principales enemigos de las cerezas. «Igual tenemos suerte de que todavía están verdes en la mayor parte de los sitios, pero hay algunos lugares en que ya está a punto de iniciarse la recolección, y ahí sí que podría hacer daño», lamenta Calabuig.

El frío que ha afectado al cuajado de la fruta también ha traído consigo una evolución más lenta de la fruta, de manera que las dos semanas de adelanto con las que iban a salir las cerezas de la provincia a los mercados, se han quedado al final en una. Con todo, durante este período los productores podrán aprovecharse de los precios más elevados.

Destacar, por último, que la superficie de este cultivo en la provincia es de alrededor de 1.800 hectáreas, con un potencial de producción superior a cuatro millones de kilos que esta campaña tampoco se podrán alcanzar.

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