Cuarenta y seis afectados por el denominado síndrome Ardystil que en su momento se quedaron sin cobrar indemnizaciones piden ahora al Consell que las haga efectivas. Se trata de los trabajadores de las aerografías a los que el TSJ denegó el cobro de los 1,5 millones que inicialmente les había otorgado la sentencia de la Audiencia Provincial. Afirman que 26 años después de contraer la fibrosis pulmonar siguen con secuelas, y apelan a la buena voluntad mostrada recientemente por la Generalitat al anunciar el abono de las costas judiciales.
Han pasado 26 años desde que el síndrome Ardystil, una fibrosis pulmonar provocada por la inhalación de sustancias tóxicas en aerografías textiles de Alcoy y Cocentaina, se cobrara seis víctimas mortales y un centenar de afectados entre los trabajadores. Pues bien, transcurrido todo este tiempo, 46 afectados siguen reclamando justicia.
La Audiencia de Alicante, en una sentencia emitida en 2003, concedía indemnizaciones por valor de unos 4,1 millones de euros al conjunto de los afectados. Sin embargo, la Generalitat solo abonó 2,5 millones a los 26 trabajadores de la empresa Ardystil, toda vez que la responsabilidad por parte de la Conselleria de Trabajo se limitó a la empresa contestana. Los 46 restantes, pertenecientes a las otras aerografías, no cobraron al declararse los empresarios insolventes. Eso les llevó a plantear una demanda contra la propia Conselleria en 2007, que el TSJ acabaría desestimando.
El tema ha permanecido latente desde entonces, y se ha reactivado ahora a raíz de la decisión del actual gobierno autonómico de destinar medio millón de euros para pagar las costas judiciales, algo que no satisfizo el anterior ejecutivo pese al compromiso adoptado en las Cortes.
Los 46 afectados han visto en este gesto un rayo de esperanza, y apelan a la buena voluntad mostrada ahora por el Consell para que también pueda hacerse cargo de las indemnizaciones que nunca llegaron a cobrar.
Raquel Sancho, extrabajadora de Aerotex, destaca que durante todo este tiempo «hemos intentado que se nos pagara, porque todos, en mayor o menor medida, sufrimos la enfermedad. Ya sabemos que el TSJ desestimó en última instancia nuestra demanda, pero entendemos que no es justo lo que ha pasado. Ni hemos cobrado las indemnizaciones, ni sabemos si ahora vamos a poder cobrar los gastos judiciales».
Además, señala que todo el colectivo sigue sufriendo secuelas. «Yo continúo acudiendo a revisiones médicas, porque la fibrosis sigue en los pulmones y eso supone limitaciones».
Juan José García, de Aeroman, recuerda que tenía 18 años cuando estaba en la empresa, y que «nos asustamos mucho con todo lo que estaba pasando. Pensábamos que nos íbamos a morir y, aunque afortunadamente eso no fue así en nuestros casos, nos ha dejado secuelas para toda la vida».
José María Talaván, de Aerotex, es uno de los más afectados, con un grado de invalidez que le permite cobrar una pequeña paga. «Todos cobramos algo en función de nuestra afección, pero con eso no se puede vivir. El problema es que tropezamos con muchos impedimentos para encontrar trabajo, porque hay numerosos productos que no podemos utilizar», lamenta.
Su mujer, Estefanía Martínez, corrobora esta aseveración, y pide por parte de las administraciones públicas «un gesto por justicia. La gente, al ver que la Generalitat ha anunciado el abono de las costas judiciales, nos da la enhorabuena por la calle. Pero ni hemos cobrado las indemnizaciones ni parece que vayamos a cobrar los gastos. La sociedad no es consciente de lo que ha pasado».
Guanyar
El grupo de Guanyar en Alcoy, que se ha reunido con los afectados, tiene previsto presentar en el pleno del lunes un ruego respecto a este tema. Según informa la concejala Vicky Llàcer, solicitarán al gobierno municipal su implicación en este asunto y que inste a la Conselleria «a buscar soluciones concretas y rápidas a la situación de estos trabajadores que después de 26 años siguen sin recibir respuestas, y que se repare con la máxima brevedad esta situación de desigualdad respecto a los compañeros afectados de Ardystil».
