Sesenta y siete familias de l’Alcoià, El Comtat y la Foia de Castalla reclaman a las administraciones públicas que creen recursos que garanticen el bienestar de sus hijos con diversidad funcional tras finalizar su etapa escolar, que en el caso de estos jóvenes es a los 21 años. La asociación Somriures, la cual abandera la reivindicación, se ha reunido con 26 alcaldes de las comarcas y el director general de Vivienda, Rafael Briet, para exponer las necesidades del colectivo y una propuesta de proyecto.
En l’Alcoià, El Comtat y la Foia de Castalla hay dos centros de Educación Especial: Sanchis Banús, en Ibi, y Tomás Llàcer, en Alcoy. Entre los dos suman en torno a un centenar de alumnos cuya etapa educativa finaliza a los 21 años, una edad que están a punto de alcanzar alrededor del 40% de ellos.
Los recursos tanto públicos como privados disponibles a partir de esa edad en estas comarcas son muy limitados, de hecho sólo están el Centro Ocupacional San Pascual de Ibi y Gormaget en Alcoy. Éste último, además de Centro Ocupacional, es residencia y Centro de Día, pero con todo ello no se puede cubrir la demanda actual.
Por ello, un total de 67 familias con hijos con diversidad funcional se han unido para crear la asociación comarcal Somriures y reivindicar la puesta en marcha de recursos públicos que garanticen el bienestar y cubran las necesidades de estas personas tras finalizar su etapa escolar.
Si bien a lo largo de este tiempo han mantenido diversas reuniones con representantes políticos, incluso llevaron la petición a las Cortes, hasta el momento «no se ha avanzado mucho en el tema», según ha explicado el presidente de la entidad, Hipòlit Agulló.
En uno de los últimos encuentros «nos dijeron que sería interesante que nosotros propusiéramos un proyecto base para que las administraciones públicas conozcan mejor las necesidades de nuestros hijos», ha incidido Agulló. De inmediato la asociación empezó a trabajar en la propuesta que finalmente esta semana ha presentado al director general de Vivienda, Rafael Briet, y a 26 alcaldes de las comarcas de l’Alcoià, El Comtat y la Foia de Castalla.
En la redacción del proyecto ha colaborado el arquitecto ibense Manuel Rocamora «de forma totalmente desinteresada», pues «él tiene una sobrina gran dependiente y conoce perfectamente las necesidades, además cuenta con experiencia en la redacción de proyectos similares», ha detallado el presidente.
A los representantes políticos cabe sumar la asistencia de 35 de las 67 familias que conforman la entidad acompañadas por sus hijos. En total, un centenar de personas asistieron a la reunión que tuvo lugar en el Centre Social Real Blanc de Cocentaina y en la que «explicamos que nuestra apuesta es la creación de una especie de zona residencial con viviendas adaptadas en las que puedan convivir varias personas con diversidad funcional, que cuente con zonas verdes y un módulo para los profesionales que cuiden de ellos». Pero según Hipòlit Agulló también es muy importante que incluya instalaciones para desarrollar las terapias que necesitan, entre ellas una piscina, dado que los tratamientos en el agua «son muy beneficiosos para ellos».
Por supuesto, la entidad es consciente de que se requiere una gran inversión para cubrir todos estos servicios, por lo que «ya les hemos explicado a los políticos que no tiene por qué ser en un único espacio, que puede haber, por ejemplo, pisos en varias poblaciones, y que se pueden aprovechar instalaciones existentes para realizar las terapias», ya que «al final el objetivo es que nuestros hijos estén atendidos correctamente cuando superan los 21 años», ha insistido Agulló.
En la actualidad, según las cifras que baraja Somriures, serían necesarias en torno a 50 plazas en este tipo de viviendas tuteladas para cubrir la demanda. El objetivo, ha insistido el presidente de la misma, «es humanizar el proyecto, que no sean meras residencias en las que dejar a las personas, sino que tengan la libertad de entrar y salir en función del grado de dependencia de cada uno».
En cuanto a los servicio de rehabilitación y terapias que la entidad plantea como necesarios, «no tienen por qué ser exclusivos para personas con diversidad funcional, si son públicos pueden abrirse a otros colectivos que lo necesiten», como personas mayores o con daño cerebral adquirido, por ejemplo.
Desde que emprendieron el proyecto hace dos años «hemos conseguido pequeñas ayudas» y apoyo por parte de los ayuntamientos, pero que a día de hoy todavía no se ha materializado en nada, de ahí el motivo de la reunión de esta semana.
Hipòlit Agulló«Queremos garantizar que sigan bien atendidos cuando ya no estemos»
Presidente de Somriures
Hipòlit Agulló, como muchas otras familias en l’Alcoià, El Comtat y la Foia, tiene un hijo con diversidad funcional que es gran dependiente. En la actualidad tiene 20 años, por lo que está a punto de finalizar la etapa escolar.
P ¿Qué sucede cuando acaban el colegio?
R Cuando terminan todavía se puede alargar algún año con diversas actividades, pero después no hay recursos en estas comarcas para atenderlos, y la mayoría acaban en casa.
P ¿Qué supone el dejar las terapias?
R Les afecta mucho, porque ciertas terapias, como las que realizan en el agua, son muy beneficiosas. Además dejan de relacionarse.
P ¿Cómo beneficiaría a las familias la creación de viviendas y servicios para las personas con diversidad funcional?
R El principal beneficio es para nuestros hijos, pero para nosotros, como padres, es una gran tranquilidad. Mientras nosotros estemos no les faltará de nada, pero también queremos garantizar que estén bien atendidos cuando no sea así.
P Como presidente de Somriures, y como padre, ¿cree que las administraciones cubrirán las necesidades que reivindican?
R Esperamos y confiamos que desde las administraciones públicas se puedan crear este tipo de recursos, porque de verdad son muy necesarios.
P En torno a 40 alumnos de los dos centros de Educación Especial de la comarca están a punto de finalizar la etapa escolar...
R Sí, es un número importante. Pero no sólo afecta a estas familias, hay muchas más que ya se encuentran en esta situación y que podrían beneficiarse de los recursos que planteamos.
P Hasta la fecha, ¿alguna administración se ha comprometido con la entidad?
R Hemos recibido el apoyo de todos los pueblos de la comarca y de representantes políticos autonómicos, pero todavía no ha habido ningún compromiso. También es cierto que se nos planteó la posibilidad de que nosotros propusiésemos nuestra idea de proyecto para facilitar y agilizar las cosas, y eso es lo que hemos hecho en la reunión que hemos tenido con 26 alcaldes y Rafael Briet. Éramos un centenar de personas. Muchas más de las que esperábamos.
