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Cocentaina

Modes Salazar: «Las 800 usuarias del servicio son solo la punta del iceberg»

Salazar estuvo ayer en Cocentaina, en una jornada formativa sobre el servicio de asistencia y protección a víctimas de violencia de género

Modes Salazar: «Las 800 usuarias del servicio son solo la punta del iceberg»

Alrededor de un centenar de personas acudió ayer a la jornada formativa organizada por la Subdelegación del Gobierno en el centro social Real Blanc de Cocentaina, entre agentes de diferentes cuerpos de seguridad, profesionales especializados y efectivos de la Cruz Roja. Se trataba de difundir y mejorar el servicio telemático ATENPRO que presta esta última entidad. También se rindió un homenaje a las 13 fallecidas este año en España a causa de la violencia machista con una serie de zapatos rojos que quedaron ubicados a las puertas del centro. En la cita estuvo presente la alcaldesa contestana, Mireia Estepa, la subdelegada del Gobierno en Alicante, Araceli Poblador, el presidente de la Cruz Roja de Alcoy, Juan Miguel Cortés, y la jefa de la Unidad contra la Violencia sobre la Mujer de la Subdelegación del Gobierno, Modes Salazar.

P ¿Qué es lo que se persigue con este tipo de jornadas?

R Es la tercera que llevamos a cabo en la provincia tras las celebradas en Alicante y Guardamar. De lo que se trata es de profundizar en el dispositivo telemático ATENPRO para mejorar la calidad de la atención, la rapidez en el servicio y garantizar una mejor seguridad y protección de las mujeres usuarias.

P ¿En qué consiste?

R A las mujeres se les entrega un teléfono móvil desde el que pueden ponerse en contacto con la Cruz Roja para comunicar cualquier cosa que les pueda estar sucediendo. A partir de ahí ya se cursa aviso inmediato a los agentes implicados para que atiendan a las usuarias con celeridad.

P ¿Qué requisitos hace falta cumplir para acceder a este servicio?

R No es necesario interponer una denuncia judicial para ser usuaria del mismo. Lo que tienen que hacer es acudir a los servicios sociales si tienen miedo de sufrir algún tipo de agresión y comunicarlo, y son estos departamentos los que identifican la necesidad y lo transmiten a la Cruz Roja.

P ¿A cuántas mujeres atiende ATENPRO en la provincia de Alicante?

R En la actualidad son alrededor de 800 las usuarias activas del servicio.

P ¿Esta cifra se corresponde con la realidad de la violencia de género en este territorio?

R Desgraciadamente, estoy convencida de que solo es la punta del iceberg de lo que en realidad hay. El problema es mucho mayor, y sólo baste como ejemplo que de las 13 mujeres que han fallecido este año en España por causa de la violencia de género sólo una había presentado denuncia.

P ¿Por qué cuesta tanto dar este paso?

R El miedo paraliza. Tenemos que ser conscientes de que se dan estas situaciones y ayudarles a dar el paso. De ahí también las jornadas formativas que estamos llevando a cabo. Resulta muy complicado denunciar a una persona con la que se convive e incluso se han tenido hijos. Existen recursos para atender a las víctimas y en estos cursos también ofrecemos información sobre los mismos. Pero de ahí también la importancia del servicio telemático que se presta a través de la Cruz Roja, porque mientras la mujer se piensa si denuncia o no, puede estar atendida con estos terminales telefónicos.

P ¿La violencia machista es un fenómeno que está yendo a más, o es que en estos momentos es mucho más visible?

R Podemos ver esto de dos maneras. O se está incrementando la violencia, o bien existe una mayor conciencia y se presentan más denuncias. Sea como sea es un problema sumamente grave que hay que abordar, y por nuestra parte lo que estamos haciendo, insisto, es difundir los recursos existentes y formar al personal que trabaja con los mismos para dar la mejor atención posible a las víctimas, mejorando tanto la rapidez como su seguridad.

P En la jornada también han tenido un recuerdo para las mujeres fallecidas a través de la acción denominada «zapatos rojos»...

R Si. Son trece las mujeres que ya han muerto en España en lo que llevamos de año, una de ellas en el municipio alicantino de Planes. Se trata de una acción de recuerdo a las víctimas que ya no están y que refleja el sufrimiento hasta la muerte de las portadoras de estos zapatos.

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