Susana Javaloyes, trabajadora de la empresa Ardystil, salvó la vida gracias a un doble trasplante de pulmón. Fue en Burdeos en el enero de 1993, y en aquel momento sólo le dieron diez años de esperanza. Sin embargo, los ha superado con creces, gracias entre otras cuestiones a sus enormes ganas de vivir. Valora de forma positiva el gesto del presidente Ximo Puig de abonar los gastos judiciales a los afectados, aunque haya sido a escasas semanas de las elecciones.

P ¿Satisfecha por el pago de los gastos de los procesos judiciales?

R Pues sí. Se puede decir que más vale tarde que nunca. La justicia en España es lenta, y aquí ha pasado lo mismo. Yo nunca he pedido que me regalen nada, pero esto es algo a lo que se comprometieron y que no teníamos que asumir los afectados. Y también me da igual que sea justo ahora. Por mí que haya elecciones todas las semanas.

P ¿Entiende el retraso?

R No, porque han pasado nada menos que 26 años, pero al final ha pasado lo que tenía que pasar. Insisto en que creo que se ha hecho justicia con un colectivo que lo ha pasado muy mal.

P También han transcurrido 26 años desde que fue sometida al transplante pulmonar...

R La verdad es que sí. Cuando me operaron en Francia me dijeron que el que más había durado era diez años, y yo ya llevo muchos más. Cada minuto que pasa es un récord o un milagro, como se le quiera decir, pero aquí sigo, y con muchas ganas.

P ¿Cómo se encuentra?

R Estoy bien, dentro de lo que cabe. Ahora atravieso una época delicada a causa de las alergias, pero no me puedo quejar. Cada año que pasa se va notando, pero creo que al igual que en cualquier persona. Paso mis revisiones en València, y de momento todo transcurre de forma adecuada.